Como bien sabemos, establecer límites a los niños es fundamental para su desarrollo y bienestar. Estos límites les permiten autorregularse, les dan seguridad y además, les ayudan a entender qué comportamientos esperamos de ellos.
Hemos consultado la inteligencia artificial para abordar la cuestión de cómo establecer límites saludables para los niños, y estas son las cinco estrategias clave que nos ha proporcionado ChatGPT. Desde Bebés y más las avalamos como expertas en crianza y disciplina positiva y las contrastamos con nuestros conocimientos; por ello las explicaciones de cada punto las desarrollamos nosotras como expertas.
Cinco estrategias efectivas para poner límites sanos según ChatGPT
1. Define tus valores y expectativas
Si le preguntamos a ChatGPT sobre cómo establecer límites a los niños, ésta es la primera respuesta que ofrece. Y es que, es importante reflexionar sobre los propios valores y lo que consideramos importante en la crianza de nuestros hijos. Estos valores serán la base para establecer los límites adecuados, es decir, límites acordes a nuestras creencias y objetivos.
Así, las expectativas y los valores nos sirven para marcar una hoja de ruta y aclarar qué tipo de límites queremos y cómo construirlos. Cuando hablamos de valores en la crianza nos referimos, por ejemplo, a valores como la flexibilidad, la libertad, la honestidad, el respeto, la aceptación incondicional, el amor...
Identifica estos valores y define los límites en base a ello; por ejemplo, si para ti es importante pasar tiempo de calidad en familia, un límite puede ser no utilizar el teléfono en la mesa mientras comemos.
2. Sé claro y consistente
Otra estrategia para establecer límites saludables a los niños que propone ChatGPT es ser consistente con ellos. Así es; de nada sirve marcar un límite y que "a veces se cumpla y otras, no". Debe haber coherencia y sentido tras la construcción de estos límites.
Los niños necesitan saber qué se espera de ellos y qué comportamientos son aceptables. Mantén tus reglas claras y aplica consecuencias consistentes (y proporcionadas) cuando se rompan los límites. Eso sí, estas consecuencias deben anticiparse siempre cuando planteamos la norma o el límite.
3. Asegúrate de que los entienden
También es importante asegurarse de que los niños entienden las normas planteadas y también, sus consecuencias. Es decir, las consecuencias de cumplirlas (el refuerzo positivo) y de no cumplirlas. Si no las entienden, no las podrán aplicar. Por lo tanto, explícaselo con un lenguaje sencillo, claro y adaptado a su edad.
Para comprobar si lo han entendido, puedes simplemente preguntar; "¿lo has entendido? ¿tienes alguna duda? ¿me puedes explicar lo mismo con tus palabras?". También es fundamental estar abiertos a sus dudas o propuestas. "¿Te parece bien así o tienes alguna otra propuesta?".
4. Sé flexible
Una cosa es ser firme y consistente y la otra, ser inflexible. Si queremos establecer límites saludables, debemos ser flexibles. Y ser flexibles significa; poder modificar estos límites cuando sea necesario, adaptarnos a las necesidades de nuestros hijos, eliminarlos, poner límites nuevos cuando las situaciones cambien...
Por ejemplo, si nuestro hijo tiene un mal día, o está más cansado de lo normal, quizás no hace falta exigirle las mismas tareas en casa.
5. Establece rutinas y horarios
Finalmente, a fin de poner límites saludables, establece horarios regulares para actividades como la hora de dormir o levantarse, las comidas y el tiempo de estudio. Por otro lado, limita las actividades estimulantes antes de dormir, como el uso de dispositivos electrónicos.
Ten en cuenta que las rutinas predecibles proporcionan estructura y ayudan a los niños a desarrollar hábitos saludables. Aplicando estas estrategias, te estarás asegurando de que tus hijos tengan suficiente tiempo para descansar, comer bien, concentrarse para los estudios y dormir adecuadamente.
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