Uno de los cambios fundamentales que se producen con la llegada de los hijos es el cambio en la relación con nuestra pareja. Tal vez erais unos apasionados de San Valentín y convertíais esta fecha en una oportunidad para, precisamente, desatar la pasión. Pero, ¿qué sucede con la llegada de los hijos? ¿Cómo es ese primer San Valentín en familia?
Ha llegado la hora de "cambiar el chip". Ya no somos dos, sino que la familia ha crecido. Podríamos imaginar que nada ha cambiado, pero solo serían eso, imaginaciones. Lo mejor es adaptarnos a la nueva situación y dejar de lado (al menos por una temporada) las cenas románticas de antes.
Del mismo modo que necesitamos un tiempo para adaptarnos al bebé, la pareja también necesita un tiempo de adaptación. Habrá para quienes no suponga ningún problema la llegada del bebé, pero ¿conocéis algún caso? Otra cuestión es cuando llegan los hijos siguientes, pero con el primero... es toda una revolución.
Probablemente nuestras expectativas de lo que significa tener un bebé nos hagan sentirnos confusos y siempre aparecen temores. El estado emocional de la madre tras el parto puede ser voluble, aunque con suerte es cuestión de tiempo sentirnos mejor con nosotras mismas y con el bebé. También con nuestra pareja.
El padre no se libra de este estado de confusión, ha perdido su "posición" en la familia, necesita tiempo para conocer al bebé y a menudo la mujer relega su atención por él, pasando a centrarse exclusivamente (o casi) en el bebé.
Si San Valentín os pilla en el periodo de puerperio, tal vez no tengáis ganas de demasiados "trotes". La mujer se está recuperando físicamente y lo más probable es que ambos, papá y mamá, deseen simplemente descanso.
¿Y el sexo qué?
Puede que el sexo tarde en llegar tras el nacimiento del bebé, pero es absolutamente normal. Igual que necesitamos tiempo para adaptarnos a la nueva situación, es probable que necesitemos tiempo para recuperar el deseo sexual, tanto la mujer como el hombre.
En el puerperio las relaciones no son recomendables, pues la mujer no está recuperada físicamente (y más si ha sufrido una episiotomía o cesárea...). El hombre puede verse afectado por el cansancio, por las nuevas responsabilidades e incluso por el cambio físico de su mujer. Pero todo remite con el tiempo.
Poco a poco, el deseo sexual resurge, y hay que recordar que existen muchos juegos sexuales distintos a la penetración que se pueden practicar para sentirse más cerca del otro. De todas formas, nadie dijo que para pasar un San Valentín completo haya que hacer el amor... este se puede demostrar de muchos modos.
De pareja a familia
Pronto volvemos a la rutina, nos adaptamos al bebé, a los nuevos horarios, comprendemos cada vez mejor a nuestra pareja y la tenemos más ubicada en su nuevo rol de padre o madre. Las relaciones sexuales se normalizan. Y lo más importante, nos queremos. Por lo que no deberíamos dejar de lado nuestro rol de pareja, de compañeros, de amigos, de amantes.
Dedicarnos un poco de tiempo a solas (con ayuda de la familia) y sobre todo celebrar un San Valentín con los hijos, es posible y mantiene viva la "llama" o la ilusión si queréis. Hay muchas maneras de hacer especial esta fecha si queremos incluir a los niños, también cuando crecen.
Ha empezado algo nuevo y gratificante, no exento de dificultades en el día a día y con algún probable altibajo en la relación. Por eso, de vez en cuando, viene bien buscar algo de romanticismo. Conviene no dejarse llevar por los tópicos o falsas expectativas y establecer una comunicación fluida con la pareja. Hablar de nuestros miedos, de nuestro amor, de lo que queremos para una fecha especial...
Hacer planes juntos muchas veces activa la relación, se busca algo especial que rompa la rutina, incluyendo al hijo en esos planes, como será a partir de ahora y durante bastantes años. El niño crece viendo una relación sólida que le da confianza y establece las bases de sus futuras relaciones. Somos su ejemplo.
Espero que el primer San Valentín en familia no os defraude, como fecha especial para tanta parejas. Y aunque no seamos demasiado aficionados a esta celebración, seguro que encontramos razones para demostrar que queremos a nuestra pareja y a nuestros niños cualquier día.
Fotos | jonathan.youngblood y ardenswayoflife en Flickr-CC En Bebés y más | El amor está en el aire: ideas de San Valentín para hacer con niños, Enamorados y con hijos, ¿es posible?, La sexualidad en el postparto