Cómo involucrar al hermano mayor en el cuidado del bebé
Es probable que cuando llegue a casa el nuevo integrante de la familia surjan los celos por parte del hermano mayor, pero hemos de intentar que la llegada del pequeño sea una experiencia positiva para él haciéndolo partícipe de los cuidados del bebé.
Es la mejor forma de ir poco a poco creando un vínculo de apego entre el hermano mayor y esa personita que acaba de llegar a casa, y que ahora forma parte de la familia.
Antes de que nazca, ve preparándolo
Es importante que antes del nacimiento del bebé, a lo largo del embarazo vayamos preparando al mayor para su llegada. Al ser así, se generará una expectativa por conocerlo, cuidarlo y podrá ir incluyéndolo en los planes a futuro. Toda esa preparación psicológica irá poco a poco allanado el camino para cuando nazca.
Debemos hacer al hermano mayor parte de todo el proceso de bienvenida del nuevo integrante, no solo hablándole de su futuro hermanito, sino invitándolo a apoyarnos con algunas actividades que estén relacionadas con la llegada del nuevo bebé, como comprarle ropita o preparar su habitación.
Hazlo partícipe de los cuidados del bebé
Es muy positivo que el hermano o la hermana mayor desempeñen un papel activo en la vida del chiquitín. No queremos que se sienta desplazado, sino que él o ella, aunque sean aún pequeños, se sientan partícipes de sus cuidados.
¿Cómo involucrarlo en sus cuidados?
Asígnale una tarea: Por ejemplo, puede colaborar en el momento de cambiarle el pañal, de bañarlo o de darle de comer. Aunque en sí la ayuda pueda ser más lío que otra cosa, deberemos tener paciencia y organizarnos. Puedes darle una tarea de la que sea responsable siempre, como por ejemplo el encargado de traer el pañal o la crema del culito en el momento de cambiar el pañal, o ponerle el babero a la hora de comer. Así sabrá cuál es su rol y evitarás mayores complicaciones.
Una ayuda acorde a su edad: es clave que las tareas que vaya a hacer sean acorde a la edad del niño, pues de otra manera podría sentirse frustrado al no poder conseguirlas. De todos modos, siempre ha de haber un adulto presente que supervise cualquier situación y no dejarlos nunca solos, un regla de oro para evitar accidentes.
Reconoce su ayuda: una parte fundamental es que reconozcas su ayuda agradeciéndole y comentándole a todo el mundo la gran colaboración que tienes de su parte.
Pídele, pero no le exijas: no debemos exigirle demasiado, ya que hay niños muy perfeccionistas muy permeables a la opinión de los demás, y tampoco es deseable que el hermano mayor se sienta excesivamente responsable de los cuidados de su hermanito. Esto podría generarle una presión difícil de gestionar y no se trata de dejar en sus manos el cuidado de su hermano menor, sino que colabore en sus cuidados para ir fortaleciendo el vínculo fraternal.
Y no solo en los cuidados
Además de los cuidados cotidianos del bebé, hay muchos otros momentos en los que el hermano mayor puede participar, a pesar de que haya diferencia de edad.
Leer cuentos, contar historias, cantar canciones y entretener al pequeño son funciones que el mayor puede desempeñar sin ayuda.
Poco a poco verás como el mayor va incorporando a su hermanito en sus actividades cotidianas. Así comenzará a sentirlo más como un aliado, y a medida que crezca se convertirá en un compañero de juegos. El chiquitín, por su parte, estará encantado de recibir tanta atención por parte de su hermano.
Mientras tanto, el pequeño disfruta y aprende del mayor, que como suele suceder en estos casos pasa a convertirse en una especie de ídolo.