Después de compartir con los lectores de bebes y más mi embarazo; ha llegado el momento (un poco tarde) de contarles el nacimiento de mi bebé.
Desconozco las razones por las cuales tuve un parto prematuro. Arturo nació con 35 semanas, midió 46,5 cm y pesó 2.570 kg, nada mal para un bebé que se apresuró a venir el mundo.
El 22 de noviembre a las 11:00 de la mañana mientras tomaba una relajante ducha, rompí aguas. Enseguida me fui a urgencias y me dejaron ingresada. Si en 24 horas no se desencadenaba el parto naturalmente los médicos inducirían el parto.
Y así sucedió. Al día siguiente, a eso de las seis de la tarde me pusieron el goteo. Está vez las contracciones fueron muchísimas más intensas que en mi primer parto, al ratito cuando ya sentía que me desmayaba del dolor, llegó la epidural y pasados 10 minutos ya estaba naciendo Arturo con sólo tres empujoncitos y sin necesidad de episiotomía
Arturo quedó ingresado por prematuridad; sólo para ser observado porque mi niño nació sano.
Al llegar a casa sin el bebé, sentí un enorme vacío y tristeza. Debí explicarle a mi hijo Lucas que había sucedido con su hermanito. Esa semana fue de gran estrés ya que debía ir al hospital cuatro veces al día a darle el pecho o llevar mi leche, acariciarle y verle un ratito.
Después de una semana, finalmente nos entregaron a mi pequeño muñequito, que demanda de mis cuidados, razón por la cual había desaparecido de bebés y más.
Todo ha transcurrido bien y ya Arturo algo más de un mes, pesa 3.300 kg y ha crecido dos centímetros y medio a fuerza de exclusivamente leche materna.