¿Una mala lactancia materna es peor que una buena lactancia artificial?

¿Una mala lactancia materna es peor que una buena lactancia artificial?
23 comentarios

Si hay algo que los padres de hoy en día hacemos, y mucho, es debatir sobre la crianza, la educación y la alimentación de nuestros hijos.

Son tantos los consejos diferentes y contradictorios y tantas las recomendaciones y decisiones de cada padre y madre que todos queremos poner nuestro grano de arena y todos queremos poder defender nuestras decisiones.

Es por eso que cuando alguien afirma una cuestión, por ejemplo, que dar el pecho ayuda a que madre e hijo tengan un mayor vínculo afectivo, alguien matiza dicha cuestión hablando de casos en los que sería mejor buscar una alternativa, en este caso, dar el biberón.

Con esto me refiero a la conocida argumentación: “Hay madres que dan el pecho a regañadientes, mirando la TV o haciendo otras cosas, pasando de sus hijos y seguro que se crea más vínculo si una madre da el biberón hablando y acariciando a su bebé”.

Por eso hago la pregunta: ¿Una mala lactancia materna es mejor que una buena lactancia artificial? Y por eso utilizaré un par de ejemplos más en los que se busca la peor situación de una recomendación para dejar paso a la mejor situación de lo que se considera menos adecuado.

¿Qué es mejor, una madre que da el pecho sin ganas o una madre implicada que da el biberón?

Este tipo de frases, como digo, salen a colación cuando se ofrecen recomendaciones acerca de la lactancia materna y sus supuestos “poderes” afectivos.

Si por ejemplo yo (o quien sea) dijera: “la lactancia materna previene el desarrollo de problemas mentales“ o “la lactancia materna ayuda a crear un vínculo afectivo sólido con el bebé”, alguien me podría decir que conoce a una que da el pecho mascando chicle y arreglándose las uñas y que así poco vínculo va a crear y añadirá que, para dar el pecho de según qué manera, a nivel afectivo, será mejor una madre cariñosa que da el biberón mirando a los ojos de su bebé, acariciándole y hablándole.

Y en según qué casos le daría la razón. Es decir, a nivel emocional, si fuera un bebé, preferiría (supongo) que mi madre me diera biberón y fuera supercariñosa, a que me diera el pecho pasando olímpicamente de mí.

Entonces en algunas situaciones es mejor dar biberón, ¿no?

Pues a nivel emocional seguramente sí. A nivel nutritivo y a nivel inmunológico es evidente que no, siempre será mejor la lactancia materna, sin embargo como estamos hablando de un tema más emocional, ligado a lazos y vínculos madre e hijo, en ese caso sí creo que sería mejor dar biberón en algunas situaciones.

bibe1.jpg

Sin embargo esta afirmación que muchas mujeres utilizan para defender la lactancia artificial es un error de argumentación. Se compara la peor de las situaciones haciendo algo que teóricamente es mejor con la mejor de las situaciones haciendo algo que teóricamente es peor, y de esta manera es fácil que el biberón supere a la lactancia en algunas cuestiones.

¿Qué pasaría si comparáramos a una madre tremendamente amorosa que da lactancia materna con una madre tremendamente amorosa que da el biberón?

Y llevando a cabo la misma estrategia, ¿qué pasaría si comparáramos a una madre tremendamente amorosa que da el pecho con una madre que da lactancia artificial y pasa completamente de su bebé y que incluso cede la alimentación con biberón a otras personas?

Un Mercedes es mejor que un Renault

Sé que los coches no son bebés, pero me parece una buena manera de seguir ejemplificando este tema. Si yo dijera que un Mercedes es mejor que un Renault seguro que todo el mundo me daría la razón, sin embargo, si cogiéramos un Mercedes “normalito”, de los más bajos de gama, y un Renault de gama alta, con todos los extras, habría (imagino, no lo he comprobado) diversos puntos en los que el Renault superaría al Mercedes.

Entonces, si tienes dinero para comprar un Renault de gama alta que cuesta más o menos lo mismo que un Mercedes de gama baja, ¿qué elegir?

Unos dirán que en ese caso mejor un Renault completito y con todos los extras y otros dirán que mejor un Mercedes ya que, pese a ser de gama baja, sigue siendo un Mercedes.

¿Quiere decir esto, para los que prefieren un Renault, que Renault es mejor que Mercedes?

Pues si lo que ellos buscan, por ejemplo, es un coche con asientos de cuero calefactados y el Renault lo tiene mientras que el Mercedes no, pues sí, es mejor…

Pero, ¿qué sucedería si en vez del Mercedes de gama baja cogiéramos un Mercedes de gama alta y lo comparamos al Renault de gama baja?

El colecho y el contacto ayudan a preservar la autoestima de los bebés

Me perdonará evaval, ya que para este punto me he inspirado en uno de sus comentarios de la entrada ““Madre… hay más de una”: reportaje acerca de la crianza en otras culturas”, en que me cuestionaba que el colecho y el contacto con los bebés ayudaran a preservar la autoestima de los bebés, ya que hay padres que colechan y que tienen contacto con sus bebés que probablemente les crían con poco amor o afecto.

colecho.jpg

Y así caemos en la misma trampa argumental. El colecho, el afecto y el contacto ayudan a criar hijos sanos emocionalmente si los padres son afectuosos, cariñosos, sensibles, pacientes… e incluso si no lo son tanto.

Sin embargo, si los padres no hacen demasiado caso a sus hijos o si mantienen una relación demasiado dañina, con broncas continuas y agresiones físicas y/o verbales, la autoestima de éstos podría verse mermada incluso cuando colecharan o tuvieran muchos brazos y contacto.

En este caso no sé si se podría afirmar “el colecho y el contacto ayudan a preservar la autoestima”. Muchos pensaréis que no, que en este caso no, pero yo quiero dar un paso más para lanzarme a la piscina y decir que en ocasiones el colecho (que aún aportará contacto nocturno y algún besito o abrazo, digo yo) y el contacto serán precisamente los que ayuden a equilibrar la balanza de una relación padres-hijos poco amorosa.

¿Qué es mejor, colecho y contacto en padres poco amorosos o cuna y poco contacto en padres cariñosos?

Hagamos de todas maneras como con los otros ejemplos. Si ponemos a un lado colecho y contacto en padres cuya relación con los hijos es poco sana y al otro lado a unos padres cariñosos y amorosos que prefieren que sus hijos duerman en otras habitaciones y que huyen un poco del contacto y los brazos para evitar que se acostumbren, ¿qué es mejor?

Imagino que muchos pensaréis que la segunda opción parece mejor (yo tendría que ser bebé y probar ambas para dar mi respuesta, pero a priori también creo que me quedo con la segunda).

Sin embargo, salvando de nuevo la trampa, ¿qué pasaría si comparáramos colecho y contacto en padres muy amorosos con dormir al niño en la cuna y tener poco contacto siendo padres también muy amorosos? ¿Qué pasaría si comparáramos colecho y contacto con padres muy amorosos con cuna y poco contacto en padres que no hacen caso a sus hijos cuya relación es dañina y poco adecuada?

Creo que no hace falta responder.

Resumiendo: las comparaciones deberían hacerse en igualdad de condiciones

Concluyendo con el tema, la intención es mostrar que, a la hora de argumentar, se pueden buscar caminos alternativos para tener la razón aunque de inicio no la tengamos.

Se me ocurre también el tema de las guarderías, que no hace falta que comente demasiado porque sería demasiado repetitivo, pero a grosso modo, cuando alguien dice que los niños están mejor en casa que en la guardería, se suele argumentar que hay madres que están en casa con sus hijos y pasan de ellos y que para eso mejor en la guardería.

Pues tienen razón probablemente, pero también puedo yo decir que, para estar en según qué guarderías, mejor que estén con su madre, aunque pase de ellos o que para estar en una guardería muy amorosa, mejor que esté con la muy amorosa de su madre.

Las comparaciones deberían hacerse en igualdad de condiciones, aunque es lógico que defendamos el terreno que pisamos porque hay en juego decisiones que hemos tomado y otras que ni siquiera hemos tomado que atañen a personas que no somos nosotros: nuestros hijos. Y como se dice a menudo (bueno, quizás no tan a menudo): “de mí di lo que quieras, pero a mi hijo ni lo nombres y menos me digas cómo lo tengo que educar”.

Como habéis dicho estos días varias de las que comentáis en el blog en otras entradas: “a todos nos gusta opinar y a la gente le cuesta muy poco meterse en los asuntos de los demás”. Pues, ya que se hace, al menos que sea con respeto y, sobretodo, en igualdad de condiciones para los dos términos.

Fotos | Flickr – christyscherrer, holisticmonkey, khrawlings
En Bebés y más | Lactancia materna o leche artificial: La confusión de las nuevas madres, El vínculo entre padres e hijos es clave para la autoestima, Diario de a bordo de un papá colechador

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      A mi, la persona que me enseñó más de lactancia en mis primeros tiempos, una consultora IBCLC Lavinia Belli, me dijo una vez "la lactancia materna puede que no sea lo mejor para todas las madres, pero es lo mejor para todos los bebés".

      En igualdad de condiciones sin duda para un bebé es mejor ser amamantado. La cuestión es si dar el pecho puede ser tan malo para la madre (emocionalmente hablando) que sea mejor que le de biberón. Y aunque parezca mentira esos casos ocurren.

      Mujeres que deciden dar biberón, sea por rzones ciertas o erroneas en nuestra opinión, la decisión última es de ellas. Pero no me refiero a esos casos, que son minoría.

      La mayor parte de las madres querrían amamantar. Y no lo hacen por consejos erroneos o información sesgada o falta de apoyo. Hay madres para las que la lactancia se convierte en una carga dolorosa, o física o emocionalmente, y encuentran alivio a su dolor o a su desazón en el biberón.

      Lo ultimo que necesitan es sentise juzgadas, aunque ese es otro tema.

      En mi experiencia el 90% de los destetes se deben a causas evitables, y las madres se pueden sentir juzgadas si se les explica que pudieron sacar adelante la lactancia a posteriori. Ninguna explicacion substituye la vivencia particular en aquel momento. No pudieron y eso es lo que queda. Y no fue culpa de ellas, aunque al descubrir que había solución se puedan sentir asi.

       En su presente de aquel momento no había otro camino y seguramente el destete vino precedido de gran angustia. Al final, dar el biberón les hizo recuperar la serenidad y posiblemente vivir la maternidad con mayor gozo, y eso repercute en su relación con su hijo positivamente.

      El camino, al final, es ofrecer redes de información y apoyo para que las madres que desean dar el pecho cuenten con un entorno que se lo facilite y les ayude a superar las dificultades.

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      Hola Armando! Estoy de acuerdo en casi todo lo q comentas, sólo creo q en la comparación q empleas al hablar del colecho se podría buscar una mejor "igualdad de condiciones". Es decir, en el caso de los padres amorosos q no colechan, supones q no lo hacen porque huyen un poco del contacto físico y q no se acostumbren.

      Imagino q habrá casos así, pero también sé q hay muchos casos de padres amorosos q no colechan y no lo hacen por esas razones. Es como una pequeña contradicción, amorosos-q no se acostumbren-huyen del contacto, no me cuadra mucho.

      Entonces para mí la comparación más justa es q ponemos en ese lado a unos padres amorosos q deciden no dormir en la misma cama con sus hijos por otros motivos, sin rehuir de su contacto ni de las "buenas costumbres" q puedan ser tocarlos, abrazarlos, besarlos o cargar con ellos cuando haga falta, tenerlos y sentirlos cerca aunq no en la misma cama, acompañarlos al dormir y al despertar, pero no en la misma cama. Oir su respiración, decirles "te quiero" y acariciarlos a media noche, pero no en la misma cama. Detectar q te necesitan por sus movimientos, antes de q lloren, darles la seguridad de q estás al lado, pero no en la misma cama.

      Por otro lado, entiendo q se compare amamantar y el biberón o el Mercedes y el Renault (aunq de coches tampoco sabría decirte realmente...), pero el colecho y la cuna (al menos el colecho y la cuna en la misma habitación), estamos suponiendo una calidad o unos beneficios q en cuanto al colecho como sabes no hay tanta unanimidad. Yo hablaría más bien de cohabitación y separación en habitaciones distintas, donde la separación hace q los beneficios q sí se saben de estar cerca del bebé( no quiere decir en la misma cama) se pierden.

      Saludos!

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    • Avatar de eva_paris Respondiendo a Eva Paris

      Tienes razón Eva. Realmente me he centrado más en los errores argumentales que en explicar de manera concreta lactancia-biberón, colecho-cuna. De hecho, como dices, he unido contacto y colecho en el mismo paquete cuando, como dices, podría no colecharse y sí tener mucho contacto con un hijo (y esta opción no la he contemplado), como tampoco he hablado de cuna en la habitación ni nada similar, he supuesto directamente cuna con dormir en otra habitación.

      Como digo, no me he centrado en esto, sino en la desigualdad de los argumentos en un teórico debate.

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      Jo, Armando, me pillas fuera de juego. No sé si me he perdido algo que deba saber. Leo tu artíuclo y, en primer lugar, me parece muy bueno. En segundo lugar no llego a saber si debo darme por aludida cuando dices "`[...] que sea con respeto y, sobre todo, que las comparaciones deben hacerse en igualdad de condiciones para los dos términos".

      Si parto de mi situación personal, sólo puedo decirte que yo amamanto, colecho y soy muuuuuuuy "sobona" con mi hijo. Y lo hago porque sí, porque así lo queremos los dos -bueno, el peque no siempre quiere tanto sobeteo-. Desde este punto de vista, tus argumentos me parecen totalmente correctos, incluso diría que innecesarios porque con lo que decías en tu artículo anterior ("Madre...hay más de una") respaldabas mi opinión como madre.

      Por otro lado, no creo haber dicho nada incorrecto -mucho menos aún irrespetuoso-. Hay muchos países (y hogares) en los que las condiciones de vida no son favorecedoras de la autoestima infantil y, sin embargo, colechan, amamantan y portan contínuamente a sus hijos. Y también hay otros muchos países (y hogares) en los que se dan condiciones desfavorecedoras sumadas a un (no)colecho, (no)amamantamiento y (no)contacto. Lo he dicho y lo repito. ¿Que pueden no ser comparaciones hechas en condiciones de igualdad? Puede. Pero son realidades que existen.

      Resumiendo: yo estoy de acuerdo contigo en tu opinión pero no en la generalización. Y en este punto es en el que hice mi apreciación. No creo que haya nada de irrespetuoso en ello.

      Un saludo

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    • Avatar de evaval Respondiendo a evaval

      Ay, Eva, por Dios! Claro que no debes darte por aludida... Lo que quería decir es que el punto del colecho proviene del comentario que dejaste (digamos que a raíz de ese comentario recordé todos los argumentos que hoy he expresado aquí), el tema del respeto no va para nada contigo es, simplemente, un añadido: que debatamos con respeto entre los papás, ya que tendemos a hablar más de la cuenta... (y no me refiero sólo a bebés y más, sino en nuestra vida diaria).

      Sobre el tema de la generalización, estoy de acuerdo en que en algunas situaciones no hay que generalizar, pero en algunas otras es lógico hacerlo.

      Si no lo hiciéramos habría que retocar muchas teorías lógicas. Por ejemplo, yo generalizo cuando digo que la verdura es buena para la salud, pero si me meto en la Asociación de Alérgicos a las Verduras (que dudo que exista) y me planto ante ellos diciendo "las verduras son buenas para la salud", lo mismo me mandan a tomar el aire un rato...

      Entonces, como no son buenas para todos, ¿tengo que dejar de decir que son buenas?

      En el tema del colecho y el amamantamiento soy consciente de que hay muchos padres poco afectuosos con sus hijos que lo hacen porque no hay otra, simplemente, sin embargo yo tengo que partir de la base de que un padre quiere lo mejor para su hijo y que, por lo tanto, tiene un mínimo de consideración y aprecio por su hijo.

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    • De acuerdo. Ya te he dicho que "me pillabas fuera de juego" pero, quién sabe, ultimamente es mejor no hablar si no es en presencia de tu propio abogado.

      Y aunque no con el nombre que tú has dicho, sí existe una asociación de alérgicos a los alimentos ( incluídas las verduras, claro). Concretamente es la Asociación Española de alérgicos a alimentos y látex.

      ¿Qué te parece? Un saludo

    • Pues, saliéndonos del tema, cuento una anédcota porque me parece graciosa. Tengo una compañera a la que el año pasado le salieron unas ronchas en las manos. Le dijeron que era alérgica al níquel, y que dejase de tomar judías verdes, lechuga, tomate... con alto contenido en dicho componente. La pobre está un poco gordita, y lo tomaba como sacrificio, fue muy gracioso porque decía "No, si al final lo mejor es lo que digo yo: el chorizo de mi pueblo" :-D

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      Esta comparativa entre la lactancia materna y la lactancia artificial, desde mi punto de vista, lo que intenta transmitir en la idea de que la crianza de un hijo es la suma de muchos elementos y lo que cuenta en la repercusión global. Me explico: algunas personas pueden tener la idea de que la lactancia materna por lo positiva que resulta para el bebé de alguna forma va a mantener la balanza siempre para el lado positivo. Unos padres que le dan lactancia materna a su hijo pueden no mostrar el mismo interés en cuidar otros aspectos también muy importantes para su desarrollo: que reciba apoyo y atención de sus padres, que realice actividades para ejercitarse físicamente, que tenga el mayor contacto posible con la naturaleza, que no sea medicado de forma abusiva, que crezca en espacios libres de tóxicos, que su alimentación cuando crezca sea natural y casera, que las personas que lo rodean le transmitan valores positivos, por decir algunos aspectos emocionales y físicos. Todo cuenta y cada bebé tiene su balanza personal. Por suerte, las bondades de la lactancia materna está llegando incluso a padres que no sienten la necesidad de informarse sobre las diferentes formas de educar, alimentar, cuidar a un hijo. Pero hay casos en los que les llega el mensaje que la lactancia materna es el principio y fin de todo lo que merece la pena hacer. A estas personas les viene bien plantearles la comparativa para mostrar que la lactancia materna es un primer paso en una buena dirección pero el camino es largo.

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      Hola Armando, a ver, para empezar y de buen rollo, déjame que te diga que creo que en este tema has puesto un exceso de líquido de permanente y muchos, pero que muchos bigudíes. O lo que es lo mismo, el rizo está muy, pero que muy rizado.

      A mi sólo se me ocurre un caso ficticio de "igualdad de condiciones" para hacer la comparación de la que hablas: yo misma, clonada. Dos Annas, con dos Saras y dos Martas. Una Anna da biberón y otra da de mamar. Las dos Annas han nacido en el mismo lugar, tienen los mismos padres, los mismos referentes familiares, morales, afectivos, las mismas experiencias... Con esas dos Annas idénticas, ¿qué es mejor para las Saras y las Martas, la LM o la LA? No sabría qué contestar. Pero después de pensarlo mucho, creo que daría igual una que otra. Soy incapaz de abstraerme de cómo les ha ido a mis hijas con el biberón.

      Pero bueno, ahora hago el esfuerzo de abstracción y a igualdad de condiciones, en el caso de dos madres amorosas, informadas, conscientes... mejor la LM, claro. Pero por continuar con las trampas dialécticas también te diré que a igualdad de condiciones de amor, atención, cuidado... la LA no es peor.

      Y sobre el colecho. No sé si lo he contado hasta ahora, creo que no. Nosotros practicamos ahora una modalidad denominada "colecho sobrevenido". Me explico: Sara y Marta duermen juntas en su habitación. Cada noche nos vamos a dormir juntitas con nuestra rutina diaria. Desde hace un par de meses, Sara viene todas las noches a nuestro cuarto. Me pone su carita delante de la mía y me dice: "mamá, ya estoy aquí". Abro los ojos y ahí está con el kit de colecho sobrevenido (en una mano, su muñeco Paquito, en la otra las zapatillas y debajo del brazo, su "coixinet" (su almohada)). "Ale, sube". "Vale". Algunos días, el papá emigra a camas más anchas y más cómodas, a la habitación donde todavía duerme la pequeña en su cuna. Pero ya me imagino que en unos meses vendrán las dos a decirme "mamá, ya estamos aquí".

      Entonces, a igualdad de condiciones ¿Colecho o cuna y/o habitación? Pues como ahora me siento autorizada para hablar de las dos experiencias, también diré que da igual. Nos ha ido bien dormir juntos los primeros meses, pasar a la habitación a cuando ya no cabían en la minicuna y ahora practicar el colecho sobrevenido.

      En mi humilde opinión, creo que se da demasiada importancia a estas dos cuestiones. La LM es lo mejor por supuesto, pero como ya sabes, yo no creo que sus poderes sobrenaturales. No creo que algo que la naturaleza pone a nuestra disposición durante un tiempo limitado sea tan trascendental en sus efectos a largo plazo. Creo en el amor, el cuidado, las caricias, las conversaciones, los cuentos, los besos, los "esto no se hace" o los "esto lo has hecho muy bien". Creo en la imperfección, en hacer lo que buenamente pueda, en prepararme para el día que les tenga que decir a mis hijas que su mamá tiene muchos fallos, que a veces está un poco tonta, despistada y enfadada. Que no lo hago todo bien, que a veces les he dicho mentiras y que otras veces he tenido ganas de pegarles una palmada al culo. Que alguna vez lo he hecho y me he quedado hecha polvo. Que otras no lo he hecho y me he sentido bien. Que ellas tampoco serán perfectas y que lo que ellas sean el día de mañana dependerá mucho de mi, pero también de ellas. Que yo les pertenezco, pero que ellas no son sólo mías.

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    • Avatar de annajuanroch Respondiendo a Anna JR
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      Bueno, lo de las dos Annas sería lo ideal, pero claro, esa igualdad de condiciones no la tendrás nunca, como nunca se tienen las condiciones perfectas cuando se hace un estudio (lo mejor sería estudiar a una población completa, pero como es imposible, se toma una muestra, teóricamente "representativa"), por decir algo. 


      Entonces a lo que me vengo a referir es que si comparas lo mejor de algo, hazlo con lo mejor de algo, no con lo peor (no me refiero a ti personalmente, sino a cualquier persona que debata algo). Por lo demás, me parece un gesto muy tierno de toda la familia el colecho sobrevenido que comentas (pero colecho, al fin y al cabo), y las madres que defienden que los niños tienen que tener su espacio para dormir criticarán seguro hasta el medio colecho que hacéis.


      En cualquier caso estoy de acuerdo contigo, al fin y al cabo da igual. Uno hace lo que cree que tiene que hacer (sea en beneficio o no de sus hijos), sin embargo he querido comentar este tema porque es muy habitual, cuando se habla de los niños, que una haga A y otro B y que uno defienda su A y el otro su B. Personalmente soy de los que defienden tímidamente, sin querer molestar a los demás por hacer A. Sin embargo me encuentro muchas veces con que el que dice A no admite B y sin embargo yo tengo que admitir A para ser respetuoso.


      En otras ocasiones el que defiende A critica B de tal manera que tengo que acabar defendiendo B y criticando A... No es que se le de más o menos importancia. Es que hay gente que se siente mejor o peor madre/padre según lo que hace o deja de hacer. Yo estoy tranquilo con mi manera de criar a mis hijos, así que me da un poco igual lo que me diga la gente, excepto cuando, como digo, me dicen que lo estoy haciendo fatal (cuando dejan de respetarme, vamos).

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      Pues sí, y si no hacen una crítica directa, arrugan el morro. Sobre todo, generaciones anteriores a la nuestra, con frases como "pues nosostros hacíamos X y no pasaba nada" o la que más me gustaba a mi cuando estaba embarazada: "teneis demasiada información".

      Sobre el colecho sobrevenido, tienes razón. Tengo amigos que me han comentado cosas como "pues estáis apañados". Yo, por educación, suelo no decir nada. Pero cuando empiezan con las bromas o a opinar sin pensar que la que está delante soy yo, les digo que, vamos a ver... aquí hay varias cosas a tener en cuenta: primero, la niña viene porque quiere, porque le gusta, a mi también me gusta, aunque también es cierto que me gusta tanto o más o de manera diferente, dormir con mi marido, no se va a acostumbrar y si lo hace, ya se desacostumbrará y otra cosa... un poco de comprensión... el día no tiene esas 30 horas ideales. Tiene unas cuantas menos, una está muy cansada y si a las 2 de la madrugada llega una pequeña de casi 4 años pidiendo un sitito, yo no tengo fuerzas para oponerme.

      Insisto a igualdad de condiciones, mejor la LM, pero por sus propiedades cientificamente comprobadas y comprobables. A igualdad de condiciones, dormir todo lo que se pueda y como buenamente se pueda, pero sobre todo que duerman bien ellos: cómodos, seguros, tranquilos.

      Lo que quería decir es que, para mi estas dos cuestiones son dos estrellas en el universo de la crianza. (uff, que cursi y redicho me ha quedado esto!!) Hay tantísimas cosas que hacer, que dar, tanto trabajo por delante que a mi no me apetece destinar tanta energía al tema. Por eso como comentaba un día con mamadejj que no amamantar no me supuso un problema y que no entiendo alguno dramatismos al respecto. Lo respeto pero no entran en mi concepto de dolor. Igual te parece frívolo, pero pensé decisión tomada, pastillas ingeridas pues a otra cosa, mariposa porque aquí no hay vuelta de hoja ni posibilidad de rebobinar.

      Lo del colecho sí que ha sido de ida y vuelta. Las peques pasaron a su habitación con 6 meses más o menos. No por cuestiones filosóficas, más bien... técnicas y de espacio. Ahora estamos así. Pues, muy bien. ¿Será mejor, será peor? Ni idea. No me importa demasiado. Muchas veces me sorprendo pensando que he reñido a una de las dos, sobre todo esos días que como se suele decir, están imposibles. Y me agobio pensando, tenía que haber razonado más con ellas, no debía haber dicho que se han portado mal, si no gestiono bien a los 4 y 2 años estas pequeñas crisis de rabietas, travesuras o nervios míos... ¿qué haré con unas pre adolescentes en plena edad del pre pavo? ¿O cuando estén plenamente instaladas en esa edad difícil? Para entonces, con más o menos intensidad en esa rebeldía, creo que habrá dado más bien igual si tomaron biberón o no, si colecharon o no. Habrán pesado más otra cosas y espero estar poniendo los cimientos correctos, aunque no sé muy bien cómo. Sólo se me ocurre una cosa: intentar educar más o menos como me educaron a mi. Es complicado. Han pasado 34 años, mi madre no trabajaba y yo sí, antes no existía esa manía de "adultizar" a las niñas (especialmente a las niñas) con muñecas 90-60-90... si yo jugaba a las barriguitas con 12 años!!!! A mi me da un poco de vértigo pensar en todo esto. Quizás, lo mejor es no adelantar acontecimientos ni pre-agobiarse. Hacer lo que creemos que es mejor, incluso lo que nos apetece, mirando un poco al futuro, pero disfrutando del presente.

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    • Avatar de annajuanroch Respondiendo a Anna JR
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      Bueno, es que cuando tengan 13 o 14 años poco te importará si colecharon, si tomaron LA o LM o si un día les distes un cachete... En ese momento te importará lo que suceda en ese momento, la relación que tengáis y el punto de rebeldía en el que estén. Pero claro, igual que ahora parece que le damos demasiada importancia a cosas que suceden ahora, pensar ahora en un futuro tan lejano me parece darle demasiada importancia a ese momento. Para mí sí importa el colecho ahora, porque sé que mis niños duermen tranquilos y seguros. A Jon, de 4 años, seguro que lo podríamos poner a dormir solo y no pasaría nada, pero a Aran, de 14 meses, le daría un patatús porque se despierta llorando (y gritando), cada hora y media-dos horas.

      Y el colecho como acción aislada, la LM como acción aislada o el cachete o lo que sea de de manera aislada, pues tampoco son para tanto, supongo, pero la suma de todo ello puede hacer sin duda que un niño sea de un modo o de otro o que tenga un nivel de salud tal o pascual.

      No puede crecer igual un niño que tome LM, que duerma colechando, que sea respetado por sus padres, que se vea acompañado en las rabietas, que reciba unas normas con firmeza pero sin autoritarismo que uno que tome LA (por el tema inmunológico, aunque muchas veces ni se note), que se sienta solo cuando necesita cariño, que duerma solo en su habitación y reciba un "que te vayas a tu cuarto" cuando pide la seguridad del contacto con sus padres, que sea minusvalorado en diversas situaciones, ridiculizado cuando hace algo mal o lindezas similares.

      Si las desgranamos una a una, parecen no ser demasiado importantes, pero si las juntamos todas, se convierten en un estilo de crianza, en una manera de ver la vida y al resto de personas y, a mí personalmente, me gusta vivir así.

      Tengo las mismas inquietudes que tú, Anna, pero prefiero no adelantar acontecimientos. La adolescencia no llega de repente, sino día a día.

    • Avatar de annajuanroch Respondiendo a Anna JR

      Me encanta leer esto Anna.

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      Armando, coincido con esas inquietudes y con el fondo de tu comentario anterior, pero, ya lo dice mi madre: "siempre tienes que tener la última palabra".

      Creo que una forma de criticar es hacer ciertas asociaciones de ideas. Como por ejemplo, las que se hacen con las fotos que ilustran tus palabras. Estoy segura de que existen fotos de bebés que toman el biberón en los brazos cálidos y amorosos de sus madres (o incluso padres). Pero no, hay que poner una foto de un bebé muy pequeñito, tumbado sobre un cojín, con una mano que sale de no sé dónde y que le sujeta el biberón. En cambio, para referirse a la LM, las fotos son artísticas, en ambientes suaves, con luces ténues. Puedo parecer pejiguera, puede que no esté hecho con intención o puede que no hayas encontrado fotos bonitas de bebés tomando el bibe. Si me dices cómo hay que hacerlo, te envío alguna nuestra. Creo en el poder de lo subliminal y la elección de fotos me parece tendenciosa.

      Igual que estas palabras tuyas que ahora corto y pego: "No puede crecer igual un niño que tome LM, que duerma colechando, que sea respetado por sus padres, que se vea acompañado en las rabietas, que reciba unas normas con firmeza pero sin autoritarismo que uno que tome LA (por el tema inmunológico, aunque muchas veces ni se note), que se sienta solo cuando necesita cariño, que duerma solo en su habitación y reciba un "que te vayas a tu cuarto" cuando pide la seguridad del contacto con sus padres, que sea minusvalorado en diversas situaciones, ridiculizado cuando hace algo mal o lindezas similares". Pues no, claro que no pueden crecer igual. Como no crecerá igual un niño amamantado en un país subdesarrollado que uno de biberón en un país del primer mundo. O viceversa. Esto no es blanco y negro.

    • Puf, menudo tinglao' :)

      Armando, es que, como tú bien dices, aquí manejamos dos variables: el aspecto nutricional y el emocional. La leche materna es el mejor alimento que existe para un bebé, y de eso creo que nadie tiene dudas. Pero la alimentación emocional no está garantizada a través de ella. No depende de la leche en sí (el alimento) sino de la mamá.

      En el polémico post de la Lactancia y los pecados capitales, yo decía que hay madres que dan teta porque les ha subido leche,o por presiòn de su entorno, y a pesar de lo desastrosamente que la dan, no pierden la producción de ese oro. Pero el contacto con apego es cero (y no porque estén mirando la tele o leyendo un libro. Sino porque cuando lo hacen están deseando acabar y no ven el día de destetarlos). Y yo quiero creer que son una absoluta minoría, porque a mi me resulta dificil creer que una madre pueda ofrecer su cuerpo como si fuera algo 'ajeno' a ella, no sé si me explico. Pero las hay, y no veo en qué puede eso (la constatación de una realidad) ofender a nadie. Madres que destetan a los 4 meses para enviarles a guardería, sin que ellas se reincorporen al trabajo. Madres que dan el pecho, pero ponen a sus bebés a dormir lejos de ellas, o les aplican el método Estivill... por todos estos casos (que conozco personalmente), creo que, en términos nutricionales, SIEMPRE será mejor una mala LM que una buena lactancia artifical. Pero las teorías de Bowlby acerca del apego creo que vienen a decir que para un bebé, es más importante el afecto que el alimento. Para mí está claro, la mejor opción siempre será TETA AMOROSA. Pero como dice Evaval, "son realidades que existen" (y perdona por robarte la frase, Eva, y si ves que no tiene nada que ver con lo que tú quieres decir, dímelo, por favor).

      Y yo también expondré mi caso particular: yo doy biberón. Le di pecho a Mateo hasta que el mierda de 'bibe de ayuda','recetado' en el mismo hospital, le acabó por ganar la batalla a mi teta. Pero duerme conmigo (y lo que le queda), ha ido y va porteado a todas partes, tiene todo el día para jugar, comer y descansar conmigo, pues he decidido no volver a trabajar de momento. No hay planes de guardería a la vista. Y el cómo es y cómo está mi hijo (el que lo conoce), desde luego no es gracias al biberón: es gracias a sus padres. Que viven por y para él. Y qué más me hubiera gustado a mi que ponerle la guinda al pastel dándole tetita todavía... pero a veces, todo no es posible. Y hay muchas, pero muchas mamás que no les queda otra que dar lactancia artificial a su pesar. Desde luego, no les damos la mejor leche que tenemos para ellos (ojalá hubiera podido ser) pero les damos todo lo demás que nos queda: cuerpo, tiempo y presencia.

    • Primero de todo, espero que con este artículo no se monte la que con el de Eva.

      Luego, yo si tengo que encasillarme, lo haría en las mamas de crianza natural con bibe(teta solo 3meses), ya he explicado mi caso muchas veces y no voy a explicarlo de nuevo.

      Coincido con Armando en que las comparaciones deberían hacerse en igualdad de condiciones. También coincido con muchos en que nos gusta mucho inviscuirnos y opinar de las cosas de los demás.

      Tenía un profesor de filosofía que decía: " yo, soy yo mismo y mis circunstancias". pues eso mismo digo yo, cada uno es cada uno y sus circunstancias. Habra madres que hayan decidido voluntariamente dar el biberón a sus hijos, y otras que no haya tenido má remedio que hacerlo, bien por cuestiones de salud(enfermedad), de trabajo, etc.. Lo mismo ocurrirá con el colecho.

      Como dige antes, creo que lo importante es tomar tus propias decisiones y estar agusto con ellas, porque si tu te encuentras bien, eso será lo que trasnmitirás no solo a tu hijo, sino a tu familia.Des biberón o teta, coleches o no. Siempre desde el amor y el respeto, claro.

    • Perdon por algunas faltas de fotografía (ortografía). Con las prisas me suele pasar.

    • Armando, me habías asustado!!! Empecé a leer el artículo y estaba pensando "no puede ser, no, Armando no nos va a decir que ese argumento es válido".

      Efectivamente, las comparaciones deberían ser siempre en igualdad de condiciones :) Pero claro, los que hacen estas comparaciones usan la información que les interesa como les interesa, me parece.

      De todas maneras esta comparación solo les vale para lo del vinculo afectivo. Y la lactancia es mucho más que eso. Se olvidan de la CALIDAD de la leche, que es la unica que realmente está pensada para los bebés humanos. Se olvidan de todas las sustancias que la LA intenta imitar, pero no consigue. Se olvidan de las defensas. Se olvidan de la posibilidad de calmar al bebe con la tetita... Se olvidan de tantas cosas!!

      Es como decir que un refresco de naranja es mejor que un zumo recien exprimido. El zumo lo tienes que exprimir, bueno, igual es más trabajo: pero es mucho más económico, más sano, tiene más vitaminas, y encima está mucho más rico!

      Como casi siempre, Armando, más razón que un santo.

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    • Avatar de llanos_pastor Respondiendo a Llanos Pastor

      Completamente de acuerdo contigo. Pero que es más trabajo... para mí siempre fue cómodo dar el pecho a mis hijos. Siempre estaba disponible para ellos, no necesitaba más que estar con ellos y podía ofrecer todo lo mejor de mí siempre que lo necesitaran. Cómo lo echo de menos...

    • Ay madre, que yo soy de esas que da la teta y además hay días que también veo la tv o hablo con mi marido (pero el peque tiene que estar dormido porque sino se despista de mamar para escuchar) o se lee un artículo de una revista. Y aún así creo que tengo mayor vinculo con mi hijo que si YO diera biberón, es decir yo no se el vinculo que tiene la del quinto con su hijo ni la de la del súper que da biberón a sus hijos, no se si su vinculo es mayor o menor que el mío, pero es que a mi eso me da igual, yo solo se que YO estoy más unida a mi bebé dando el pecho que si le diera biberón, YO y MI bebé, lo demás me da igual. Llegar a recogerlo a casa de mi suegra y que se mire con una sonrisa tremenda y se lance a mis brazos a pedir teta es algo que me llena, me hace feliz, me indica que ahí tenemos un vinculo, uno que no tendríamos con el biberón. Tal vez no sea la madre más atenta porque no siempre que le doy el pecho a mi hijo me quedo mirando embobada, peeero es que yo seguiría siendo yo con biberón y con teta y se que con teta es más bonito.

      Me ha gustado el artículo, lastima que quien lo tiene que leer es poco probable que lo haga.

    • Ante este tema es muy dificil aconsejar y mucho menos opinar ya que cada uno es cada uno con sus circustancias; mi niña y yo llevamos 13 felices meses de lactancia materna (y espero que muchos más) y NUNCA me he sentido tan llena, segura de mi misma y realizada como dandola la teta. Aunque dejando cuestiones alimenticias aparte (enlas que la LM es indiscutiblemente la mejor opción) LM, colecho, vínculo... es un cúmulo de expresiones (y sensaciones) que se tienen que entrelazar con el día a día y formar parte de la vida. Hay días que te quedas embelesada mirandola y otros que lees un libro mientras la das la teta pero independientemente de teta, bibe o lo que sea debe prevalecer el AMOR y el RESPETO hacia ese niño y a ti misma; y por lo tanto pasar de todo si tu estás segura e informada de que lo que haces es lo mejor para ti, tu hijo y en tus circustancias.

    • ¿y a las personas que se preguntan si es mejor una lactancia artificial con cariño que una materna despegada qué es, concretamente, lo que les hace pensar que una madre que da el pecho sin afecto va a ser más afectuosa con el biberón? ¿No será, más bien al contratio, que una mamá que da el pecho sin apego es de las que luego le ponen al nene el biberón con un cojín o le enseñan a tomárselo solo?

    • En mi opinión la lactancia materna, siempre que no sea extrayéndose la leche y dándola con biberón, conlleva un contacto madre e hijo, por mínimo que sea ese contacto siempre es mayor que el de una tetina de caucho, por no hablar de los beneficios de la LM. Como se suele decir, el roce hace el cariño y la naturaleza, que es muy sabia, nos ha hecho con pechos no solo para alimentar a nuestras crías sino para crear un vínculo afectivo con ellas. También estoy de acuerdo en que las comparaciones hay que hacerlas en igualdad de condiciones. Un saludo a tod@s, este es mi debut aunque llevo algún tiempo bicheando por aquí.

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