Bebé de 3 meses
Tu piel y la de tu bebé no son iguales: conócelas y aprende a cuidar la de tu peque
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En nuestro repaso por la evolución del bebé mes a mes nos adentramos en el tercer mes de vida. Ya se ha adaptado a su existencia en el mundo externo, aunque no deja de conocer y aprender de su alrededor. Padres e hijo van conociéndose mejor y adaptándose a esta nueva vida.
Se expresa y comunica cada vez más. El bebé está más atento a su alrededor, incrementando la comunicación con sus padres a través de las miradas, las sonrisas, el llanto, los balbuceos… Ya se vuelve hacia nosotros cuando le hablamos, buscándonos y reconociéndonos.
Conozcamos en detalle las características de los bebés de tres meses, centrándonos en su alimentación, en el sueño, en el crecimiento y desarrollo, en la audición y el lenguaje, en la sociabilidad y la mejor estimulación.
Alimentación
El bebé a los tres meses de edad se sigue alimentando exclusivamente de leche. El alimento más saludable es la leche materna, ya que ofrece innumerables beneficios tanto para la recuperación de la madre como para el desarrollo del bebé.
Probablemente el bebé haya disminuido el número de tomas, que se espaciarán entre ellas y se harán en unos momentos más regulares. Pero hemos de seguir alimentándolo a demanda y no alargar innecesariamente los espacios entre tomas para evitar que pasen hambre (pueden tardar más en “pedirnos” comer porque se entretienen más con su entorno) y mantener una producción de leche adecuada.
Si el bebé toma leche artificial, el biberón también se da a demanda. Se recomienda la toma cada tres o cuatro horas para que dé tiempo a que el bebé digiera la leche de fórmula (la materna tarda menos en asimilarse). Como el sistema digestivo e inmunológico del pequeño es aún muy inmaduro, habremos de preparar el biberón cuidadosamente.
Para preparar correctamente el biberón hay que seguir unas estrictas normas de higiene para evitar la contaminación, siguiendo las instrucciones de cantidades que aparecen en el producto, ofrecer la leche justo después de prepararla y desechar lo que sobre.
Sueño
El bebé va consolidando sus ciclos de sueño-vigilia, durmiendo por periodos más largos, especialmente por la noche. En total, un bebé de tres meses suele dormir entre 15 y 18 horas. Debemos seguir con nuestros hábitos que hacen agradable la hora de prepararse para el sueño nocturno (baño, música, masajes, alimento…)
El bebé debe dormir boca arriba, es la posición recomendada para reducir el riesgo de muerte súbita. Debemos seguir cuidando y vigilando que el bebé no duerma siempre con la cabecita apoyada del mismo lado, ya que podría darse una plagiocefalia, una deformidad de los huesos del cráneo debido a que aún no están soldados por completo. Por ello conviene ir inclinando la cabecita alternando los dos lados mientras duerme.
Lo mejor es que el bebé duerma en la misma habitación que los padres, pues así estamos más atentos ante sus despertares, lo escuchamos mejor, podemos alimentarlo más cómodamente sin tener que salir de la habitación y el bebé está más tranquilo, pues sabe de nuestra presencia.
Crecimiento y desarrollo
A grandes rasgos, los niños durante el primer trimestre ganan alrededor de 200 gramos semanales y 3 cm de talla y 1-2 cm de perímetro craneal al mes. De cualquier modo, cada bebé es distinto y tiene su propio ritmo de crecimiento. Lo importante es que vayan cogiendo peso y talla.
También hay diferencias si alimentamos al bebé con leche materna o con fórmulas adaptadas, cuando podrían engordar más.
Cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo, por lo que resulta bastante difícil predecir con exactitud cuándo aprenderá una destreza en particular. Sin embargo, éstos son los logros que los bebés suelen alcanzar alrededor de los tres meses de edad.
Sigue objetos y personas en movimiento lento con la mirada Observa las caras con mucha atención, centrándose en los ojos Cuando está tumbado sigue moviendo las piernas y los brazos Sostiene su cabeza erguida cada vez más tiempo Cuando se lo coloca boca abajo levanta la cabeza y la parte superior del pecho Usa los brazos para apoyarse cuando está boca abajo Reconoce objetos y personas familiares desde lejos Empieza a coordinar las manos con los ojos Controla algo más el movimiento de manos, las abre y cierra Se empuja con las piernas apoyando los pies cuando se le coloca sobre una superficie firme Se lleva la mano a la boca cada vez más conscientemente Da manotazos a los objetos colgantes Empieza a agarrar y sacudir juguetes de mano
La visión del bebé se va desarrollando cada vez más. Ya he descubierto sus manos, y juega y las observa con atención. Es porque ahora es capaz de percibir bastante bien los detalles más pequeños, y puede enfocar casi a cualquier distancia.
Entre los tres y los cuatro meses el aumento del control muscular del ojo le permite al bebé seguir objetos, y el incremento en la agudeza visual le permite discriminar los objetos a partir de fondos con un mínimo contraste. Para estimular su visión, es bueno mostrarle distintos colores y objetos nuevos. En realidad, un simple paseo por casa le descubrirá todo un mundo nuevo que mirar.
El bebé centra sus acciones sobre su propio cuerpo (reacción circular primaria) y, repitiendo las acciones constantemente, va consiguiendo la coordinación de sus movimientos.
Como sus movimientos son más fuertes que en meses anteriores, debemos seguir vigilando al bebé constantemente y no dejarlo solo sobre el cambiador, la cama o el sofá porque podría girarse y deslizarse si no está bien apoyado sobre la espalda.
Audición y lenguaje
La forma de comunicarse del bebé sigue perfeccionándose, ampliando su capacidad de distinguir y de emitir sonidos.
Sigue sonriendo cuando la madre le sonríe o le habla Puede emitir sus primeras pequeñas risas Comienza a balbucear algunos sonidos simples Empieza a imitar algunos sonidos Al interactuar con adultos, realiza movimientos con la lengua y los labios Gira la cabeza en dirección a los sonidos Escucha fascinado sus gorjeos y fonaciones
Pero no sólo disfruta oyéndose a sí mismo. Al bebé le gusta escuchar música suave y la voz de los papás, más si le cantan alguna melodía. A partir del tercer mes comienzan a usar la voz para comunicarse y se atreven a los primeros intentos, incialmente con vocales y gorjeos. Tal vez escuchemos el primer “ajo”, “gu-gu” (o algo que se le asemeje), ya que en la mayoría de las ocasiones muestra alegría o placer utilizando consonantes guturales como. En los estados menos placenteros usa consonantes nasalizadas como “nga”.
En cualquier caso, el llanto sigue siendo el modo de comunicación primordial del bebé, convirtiéndose en sus primeras palabras, por lo que no hemos de dejar de atenderlo en ningún momento. Cuando el bebé llora, puede ser por razones múltiples que al final probablemente acabemos reconociendo sin dificultad: hambre, miedo, sueño, dolor…
Sociabilidad
Muy relacionada con el lenguaje está la sociabilidad del bebé, que es su capacidad para relacionarse con otras personas, las personas que lo rodean. El contacto y el fomento del vínculo, con cercanía física, son las bases para el desarrollo social natural y sano.
El bebé ya sonríe abiertamente ante las caras familiares. Alrededor de los tres meses de edad disfruta al jugar con otras personas y puede llorar cuando se acaba el juego o se le deja solo. El bebé es más expresivo y se comunica más con expresiones faciales y corporales. Incluso, puede imitar algunos movimientos y expresiones faciales que observe de cerca, como sacar la lengua o abrir y cerrar la boca.
Aparecen las primeras muestras de memoria cuando reacciona con placer al ver personas que ya conoce.
Estimulación
Ya hemos dado muchas pistas acerca de cómo estimular el desarrollo del bebé. El mejor estímulo para el bebé de tres meses sigue siendo nuestra voz, nuestro contacto, nuestra mirada. Si no tuviéramos ni un solo juguete, al bebé le bastaría con nuestros juegos y con observar objetos, lugares y personas nuevas. Actividades tan simples como hablarle y cantarle mientas lo bañamos o lo vestimos supone todo un mundo para los bebés.
Para estimular su desarrollo motor podemos comenzar a ofrecerle pequeños sonajeros u objetos blanditos que intentará coger. Hay que llevar cuidado con los juguetes y objetos que dejamos a su alcance, deben ser apropiados para bebés pequeños, sin piezas pequeñas ni partes duras o que puedan lastimarlo.
Como anteriormente, es conveniente colocar al bebé boca abajo mientras está despierto durante algunos ratos para que vaya fortaleciendo la parte superior del tronco. También podemos hacer “gimnasia” con ellos ahora que se puede mantener un rato incorporado, moviéndole los bracitos y doblándole las piernas.
Éstas son todas las características del bebé a los tres meses, respecto a su desarrollo físico, social y emocional. El bebé no deja de crecer, y pronto volveremos con más datos acerca de la evolución del bebé.
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