Actualmente podemos encontrar en el mercado un montón de preparados de cereales para bebés adaptados a cada etapa de crecimiento. Algunas marcas tienen productos para bebés a partir de los 4 meses, pero esto no coincide con las recomendaciones de la OMS que aconseja la lactancia exclusiva hasta los 6 meses, edad a la que se recomienda complementarla con la introducción de alimentos sólidos.
Si habéis estado investigando sobre papillas, seguramente habréis oído hablar de los cereales hidrolizados. Pero, ¿en qué consiste este proceso?
La hidrólisis o dextrinización es una reacción química en la cual se utiliza agua para descomponer las cadenas de almidón en pedazos más pequeños y más fácilmente digeribles para los bebés,
¿Son necesarios los cereales hidrolizados?
Si a partir de los seis meses podemos empezar a ofrecer al bebé alimentos a base de cereales como arroz o pasta, porque es capaz de digerirlos naturalmente, ¿por qué necesitarían los cereales hidrolizados para facilitar la digestión?
Los fabricantes aseguran que gracias a esta descomposición, los CHE (cereales hidrolizados enzimáticamente) facilitan su absorción intestinal y por ende, se digieren mejor por el bebé.
Pero este proceso no sería necesario en bebés de seis meses que inician la alimentación complementaria, ya que a esa edad los bebés son capaces de digerir los hidratos que les ofrecemos. Además con la hidrólisis se transforman los cereales en azúcares simples, aumentando así la cantidad de azúcar presente en los cereales industriales, algo poco recomendable.