Una dieta equilibrada es indispensable para mantener una buena salud. Y lo es más en los niños, pues va a permitirles lograr un desarrollo físico e intelectual óptimo y un correcto crecimiento. Por eso es imprescindible coordinar el menú escolar con lo que comemos en casa.
Usemos el servicio del comedor o preparemos un tupper para que se lo lleven al cole, el ser capaces de tener una visión de conjunto de lo que va a comer el niño es básico para darles una dieta equilibrada.
Una dieta equilibrada
La dieta infantil ideal debe, más que tener todos los alimentos posibles, proporcionar todos los nutrientes que se necesitan. Algunos es importante tomarlos a diario, otros se almacenan, por lo que su necesidad podemos considerarla más semanal que diaria. Por eso es importante coordinar el menú escolar y el de casa.
Y una cuestión importante a tener en cuenta es que, si bien es importante la planificación, si se permite a los niños que escojan ellos su alimentación, sin interferencias y ofreciéndoles alimentos sanos, sus elecciones, según algunos estudios, son realmente equilibradas.
Es decir, si pusiéramos una mesa variada y con alimentos sanos, no maleducaramos a los niños dándoles dulces o usando la comida como premio o amenazándolos, pues comerían mucho mejor y hasta de forma equilibrada.
Por eso yo soy partidaria del tupper, ya que podemos ser nosostros, los padres, y con la colaboración de nuestros hijos, los que decidamos lo que pondremos, conforme a las apetencias de los niños.
Pero incluso, si usamos el comedor y este deja pocas posiblidades de elección, si podemos recuperar esa buena costumbre en el resto de las comidas que hagan los niños en casa.
Lo ideal sería ofrecer a los niños una mesa completa en cada ocasión. No es necesario cocinar demasiado, un plato caliente con verduras frescas y proteínas, ensaladas, queso, fruta, frutos secos, pan y bizcochos caseros.
Son embargo no todos los niños llegan a la edad escolar con una buena educación nutricional ni todos los comedores escolares son equilibrados, por lo que, la libertad de elección la tendremos que complementar con una buena coordinación del menu escolar y lo que ofrezcamos en casa.
Lo cierto es que si de verdad existiera libertad para elegir el centro escolar un punto a tener en cuenta sería el comedor y su calidad, pero la realidad es que, en este sentido, muchas veces el colegio no se elije, y tampoco hay mucha posibilidad de conocer la calidad del comedor o influir en esta.
Mi consejo sería, si es posible, optar por colegios que propongan menús variados, realizados con productos locales, frescos, sin frituras, con proteínas de calidad, usen aceite de oliva exclusivamente, utilicen harinas integrales y no usen los lácteos industriales.
Pero si el menú escolar es de peor calidad, entonces es especialmente importante que nosotros, en casa, nos coordinemos y suplamos las posibles carencias.
Coordinando los menús del cole y de casa
Dependiendo, por supuesto, de cada niño y su apetito, y también de la calidad del comedor escolar, tendremos que planificar la coordinación de menús de un modo u otro.
Es importante tener el menú escolar mensual y además, conocer de primera mano lo que ponen. Es decir, que no es lo mismo un buffet de ensalada con variedad que una hoja de lechuga y una rajita trasnparente de tomate. No es lo mismo un preparado industrial de pescado rebozado hecho con panga que una rodaja de salmón. No es lo mismo tener un preadolescente voraz o un niño de buen comer que uno que parece un pajarito.
Por tanto, tener el listado y saber, ademas, que se pone en la mesa exactamente. Y sobre eso, planificar. No debería, de todos modos, una buena ensalada todas las noches, eso es básico, sobre todo si la del colegio es deficitaria.
Si el niño es pequeño o de poco comer y en el cole se insiste en que se lo coman todo entre sus normas, les daremos una merienda de menor cantidad y una cena de plato único, siempre, en mi opinón, haciendo énfasis en las proteínas de calidad y las verduras frescas, que es lo que suele faltar en el colegio.
Si en el menú escolar usan frituras, las evitaremos. Si hacen empanados, los evitaremos. Si hay un exceso de hidratos y grasas, como suele pasar, nos decantaremos por los platos más sencillos, filetes de carne o pescado a la plancha o al vapor combinados con verduras.
Si usamos pasta o arroz por la noche, o una sopa, intentaremos que sea el día que no lo han comido en el colegio y las cocinaremos bajas en grasas y con vegetales y proteína. Y por supuesto, evitaremos la comida chatarra, la bollería industrial y la comida precocinada, para apostar por la dieta mediterránea.
Es decir, cuando coordinemos el menú escolar y el de casa, busquemos el equilibro de nutrientes y la mejor calidad posible en nuestro hogar, para no sobrecargar al niño con productos que promueven la obesidad y que alimentan poco, para dar paso a toda la riqueza en vitaminas, fibra, proteínas y minerales que necesitan para estar bien nutridos.
En Bebés y más | "Mamá, te echo de menos en el comedor", ¿Cómo debe ser el menú del comedor escolar?, ¿Qué poner en el tupper para la comida del cole?