La generosidad es un valor fundamental que debemos inculcar a nuestros hijos desde temprana edad. Ser generosos nos impulsa a dar sin esperar recibir nada a cambio, a ofrecer nuestra ayuda a quienes lo necesitan y a compartir lo que tenemos para que otros también puedan disfrutarlo.
Ahora bien, compartir es un hábito que los niños deben aprender poco a poco, pues interiorizarlo y ponerlo en práctica requiere de tiempo, madurez y ejemplo por nuestra parte.
Te damos una serie de consejos para enseñar a los niños la importancia de compartir de manera voluntaria.
Aprender a compartir requiere madurez y tiempo
Lo primero que debemos tener en cuenta es que compartir es un proceso que requiere de aprendizaje, tiempo y madurez suficiente por parte del niño para entenderlo. Es decir, no podemos pretender que un niño pequeño aprenda a compartir de la noche a la mañana, pues estaremos yendo en contra de su propia naturaleza.
Recordemos que no es hasta los tres años, aproximadamente, cuando los niños comienzan a darse cuenta de que el mundo no gira en torno a ellos. Es entonces cuando empiezan a ser capaces de ponerse en el lugar del otro y entender sus sentimientos.
Atrás va quedando el competir con otros niños por la posesión de un juguete, y poco a poco irán entendiendo el concepto de compartir con los demás, respetar los sentimientos ajenos y colaborar por un bien común.
Algunos estudios van más allá y consideran que los niños no están listos para compartir hasta la edad de siete años, pues es a partir de ese momento cuando aprenden los principios de justicia e igualdad y comienzan a ser conscientes de las preferencias del otro.
En definitiva, compartir es un proceso que forma parte del desarrollo de la persona y que lleva tiempo adquirir.
Paciencia, respeto y empatía
Pero a la hora de enseñar al niño a compartir no solo hemos de tener en cuenta su edad y desarrollo madurativo, sino también su forma de ser.
En este sentido, puede haber niños que compartan sus cosas con los demás de manera casi innata o natural, mientras que otros se muestren más reservados, desconfiados o temerosos al principio. Comprender a nuestro hijo, respetarlo y enseñarle de forma paciente es clave para educarle en este y otros valores.
No en vano, recientes estudios han demostrado que los niños que son educados de forma amorosa, compasiva y empática tienden a ser por sí mismos más generosos y considerados con los demás.
Igualmente, también debemos comprender que aunque para nosotros se trate tan solo de un juguete sin importancia, para nuestro hijo sí la tiene. Sus posesiones son suyas y con ellas se identifica, divierte y pasa buenos momentos. Respetemos si, de buenas a primeras, no desea compartirlas con otras personas.
A compartir no se obliga, se enseña con respeto
Ni qué decir tiene que a compartir no se "enseña" mediante chantajes, castigos, órdenes autoritarias o presiones. Por supuesto, tampoco quitando a nuestro hijo sus juguetes de las manos para dárselos a otros niños.
Compartir es un gesto altruista y voluntario que el niño debe poner en práctica de forma libre.
Obligar o forzar a nuestro hijo a compartir sus cosas con otros niños no es la forma correcta de inculcarle este valor, además de acarrear otras consecuencias negativas para el desarrollo de su autoestima y su personalidad.
Lo que sí puedes hacer es animarle a compartir o preguntarle si desea hacerlo ("¿te apetecería prestar tu pelota a este niño?"), pero por supuesto respetando siempre su decisión.
Prestar algo no significa regalarlo
Uno de los grandes miedos de cualquier niño que presta un juguete a otro, es que este no se lo devuelva. Por eso es importante enseñarle que "prestar" no es sinónimo de desprenderse por siempre de su juguete.
Una forma fácil de aprender este principio es, por ejemplo, mediante el préstamo de un libro en la biblioteca, de manera que el niño vea que cuando adquiere un libro debe responsabilizarse de cuidarlo y devolverlo en plazo, pues no es de su posesión.
Cuando haya entendido este concepto le será más fácil prestar temporalmente un juguete a otro niño, pues habrá entendido que el concepto "préstamo" no implica algo definitivo.
Hablad de todo lo bueno que implica compartir
Es labor de los padres enseñar a nuestros hijos que cualquier acción tiene una repercusión, tanto positiva como negativa. En este sentido, debemos recalcar los efectos positivos que tienen nuestras buenas acciones.
Estos efectos podemos sentirlos directamente en nosotros mismos (por ejemplo, cuando compartimos nos sentimos mejor porque nos hace felices ver que otros también lo son gracias a un pequeño gesto nuestro) y verlos también reflejados en los demás.
Por otro lado, cuando el niño comparte sus juguetes con otros niños se dará cuenta de que el rato de juego es más divertido y dinámico, ya que jugar en compañía favorece la socialización, la empatía, la creatividad, el desarrollo emocional y aumenta la sensación de bienestar.
Predicar con el ejemplo
Al igual que sucede con cualquier otro valor o enseñanza, si queremos que nuestros hijos aprendan realmente la importancia de compartir debemos enseñárselo con nuestros actos.
Así, desde muy temprana edad hemos de inculcar a los niños el valor de la generosidad, tanto hablando de ello -como mencionábamos en el punto anterior-, como llevando a cabo actos generosos que les permitan integrar en su día a día esta valiosa cualidad.
Los cuentos pueden ser un gran apoyo
Los cuentos suelen ser grandes recursos para enseñar a los niños valores como la generosidad, el juego en compañía, la empatía o la ayuda a los demás. Todos estos valores tienen un denominador común: compartir.
Por ello, os proponemos apoyaros en este tipo de recursos para que poco a poco los niños vayan comprendiendo las cosas buenas que tiene compartir, pues este acto solidario les hará felices tanto a ellos, como a los niños con quienes comparten sus juguetes y ratos de juego.
Fotos | Istock, Pexels
En Bebés y Más | "¡A mi hijo le quitan los juguetes cada vez que vamos al parque": ¿qué hacer para manejar esta situación de forma respetuosa?, 21 buenos hábitos que hacen felices a los niños