Hace unos días comentábamos la recomendación de alimentar a demanda a los bebés que toman leche materna y hoy vamos a hablar de cuándo y cuánto debe comer un niño alimentado con leche artificial (o con leche materna en biberón).
A menudo, incluso muchos profesionales de la salud lo hacen, se comenta que la lactancia materna es a demanda, pero que la alimentación mediante leche artificial debe ser ofrecida en base a unos horarios preestablecidos.
La realidad, y ya lo recomendó la ESPGHAN (Sociedad Europea en Gastroenterología, Hepatología y Nutrición en Pediatría) en 1982, es que el biberón también se da a demanda. Ahora explicaremos el porqué.
La leche artificial es de más difícil digestión que la materna y por ello permanece más tiempo en el estómago, aproximadamente 3-4 horas. La recomendación, curiosamente, suele ser la de dar un biberón cada 3 horas.
La realidad es que, al igual que con la lactancia materna, no es necesario esperar a que el estómago esté vacío y no hay problema en ingerir leche artificial cuando todavía hay leche en digestión, por lo que el tiempo no debería estar nunca limitado.
Si un niño pide a las dos horas de haberse tomado un biberón es señal de que necesita comer, tenga o no tenga leche en el estómago (que por otro lado es imposible saberlo).
El problema de imponer unos horarios es que muchos niños tomarán leche antes de tener hambre (que sería un problema menor si el que ofrece el biberón entiende que no tiene por qué acabárselo) y muchos otros (este problema es mayor) tomarán leche cuando ya lleven un rato pidiendo porque como “todavía no les toca, estarán llorando por otra cosa” (o simplemente “espera un poco, que todavía no te toca”).
Hay estudios realizados con lactantes alimentados con leche de fórmula a los que se les administraba la fórmula más concentrada o más diluida.
El resultado fue que ellos mismos modificaban las tomas de modo que el consumo calórico al final del día era exactamente el mismo.
Ahora bien, cuando se habla de dar el biberón a demanda no se habla solamente del cuándo sino también del cuánto.
Si miramos las necesidades de energía (Butte, 2000) de un niño de 3 meses observamos que necesita entre 328 y 728 kcal diarias. Una niña de la misma edad precisa entre 341 y 685 kcal.
Por curiosidad, y para comparar, observamos la energía necesaria en un niño de 6 meses y vemos que están entre 491 kcal para los que necesitan menos y 779 kcal para los que necesitan más. En el caso de las niñas de 6 meses sus necesidades oscilan entre 351 y 819 kcal.
Como veis Claudia (me lo invento), una niña de tres meses, está tomando cada día una cantidad de leche X que le proporciona las 341 kcal que ella necesita para engordar y crecer con normalidad y Paula, la hija de la amiga de su madre, que también tiene tres meses, toma una cantidad de leche Y que le proporciona las 685 kcal diarias que necesita.
Las 685 kcal de Paula son más del doble que las 351 de Claudia así que cuando estas dos amigas se juntan en el parque la madre de Paula explica contenta lo bien que se come su niña los 180 ml de biberón (a veces incluso 210 ml) que le mandó su pediatra mientras la madre de Claudia le cuenta desesperada que no hay manera de que se coma los 150 ml que le prepara, pues es muy mala comedora y siempre deja mucha cantidad.
Lo cierto es que aquí no hay ni buena ni mala comedora. Estas dos niñas están comiendo lo que sus cuerpos necesitan (entendiendo que no son forzadas a ingerir más cantidad de la que precisan).
En otras palabras, al igual que con la leche materna y el pecho, los niños que toman leche en biberón deben tomar exactamente lo que ellos quieran y en el momento que quieran. El problema (para ellos) es que en estos casos los padres ven lo que toman.
Estoy tentado de inventar un biberón inteligente que sea transparente mientras se prepara la leche y opaco mientras el bebé la toma. De esta manera estarán en igualdad de condiciones con los bebés que toman leche materna, suertudos de que sus madres no tengan los pechos transparentes, y podrán tomar en el biberón la cantidad de leche que necesiten y cuando la necesiten, es decir, a demanda.
Foto | Flickr (lorenzo281203)
En Bebés y más | El buen uso del biberón, Buscando los biberones más saludables, Por qué se dice que la lactancia materna es a demanda (I)