Como sabemos, leer en familia es algo muy positivo, pues además de ayudar a fortalecer el vínculo con nuestros hijos, leerles en voz alta también tiene grandes beneficios para su desarrollo socio-emocional. Con el uso de la tecnología, se han abierto nuevas posibilidades para los lectores, desde los audiolibros hasta los lectores electrónicos, que facilitan que continuemos este buen hábito y lo adaptemos a nuestro estilo de vida.
Sin embargo, ¿qué es mejor? De acuerdo con un estudio realizado por la Academia Americana de Pediatría (AAP), cuando se trata de la hora de leerle a los niños, el libro impreso es la mejor opción para padres e hijos. Te decimos por qué.
Publicado en Pediatrics, la revista oficial de la Academia Americana de Pediatría, el estudio analizó las diferencias que había a la hora de leerle a los niños entre el libro impreso y los libros electrónicos, con la finalidad de encontrar cuál era la mejor opción y que mayores beneficios aporta.
Para ello, se contó con la participación de 37 pares de padres e hijos, quienes utilizaron tres tipos diferentes de libros: el libro impreso tradicional, un lector electrónico sencillo y un lector electrónico que incluía efectos de sonido y animaciones.
Se encontró que cuando padres e hijos leían libros impresos, hablaban con mayor frecuencia y la calidad de sus interacciones durante la lectura era mejor, en comparación con los otros dos tipo de libros electrónicos.
Además de interactuar menos, con los lectores electrónicos que incluían efectos de sonido los padres hablaban menos de la historia o más acerca de la tecnología, e incluso, la lectura se veía interrumpida debido a que debían recordar a sus hijos no presionar botones o cambiar el volumen.
Recordemos que los beneficios de la lectura también proceden de la interacción que ocurre durante ésta y del intercambio de comentarios y preguntas acerca de lo que se lee o de cómo se relaciona con vivencias que han tenido, pues es algo que beneficia el lenguaje expresivo de los niños, así como su comprensión y capacidad para retener información.
Aunque esto destaca que entre las opciones existentes el libro impreso es mejor, no significa que si se tiene un lector electrónico no deba usarse. Los investigadores sugieren que se elija el libro impreso, sí, pero en caso de contar con un libro electrónico, nos enfoquemos más en la historia y en generar diálogo y reflexión durante la lectura, y hagamos menos caso al dispositivo en sí.
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Vía | The Bump