La vuelta al cole ya está aquí y este año es más atípica que nunca. No sólo los padres estamos preocupados ante este incierto regreso a las aulas, también lo están, y mucho, los profesores.
En Bebés y más hemos hablado con Raquel, profesora de física y química de secundaria, quien nos cuenta cómo ve la situación y cómo, a pesar de la preocupación, afronta la vuelta al cole con optimismo y entusiasmo, porque "es importante no caer en el desánimo", ya que "será un curso nuevo diferente, pero un curso nuevo al fin y al cabo".
-¿Cómo valoras las medidas que se están tomando sobre la vuelta al cole?
En mi opinión, y ojalá me equivoque, las medidas que se están tomando son insuficientes. Desde el punto de vista de seguridad y sanitario porque no se corresponden, en la mayoría de los casos, con las medidas que se proponen a nivel general.
Por ejemplo, se propone que no haya reuniones de más de 10 personas, pero las ratios siguen yendo a 25 o más... Y desde el punto de vista académico, porque los protocolos se están elaborando única y exclusivamente para clase magistral dejando totalmente de lado la interacción del alumnado, entre otras cosas. Mi materia, física y química, tiene un parte práctica en el laboratorio muy importante y los protocolos solo hablan de estudiantes sentados en pupitres separados y sin moverse...
Además muchas de las medidas llegan tarde, desde el punto de vista de organización de los centros, y teniendo en cuenta que las medidas están en muchos casos aún sin acabar de definir, no están dejando prácticamente tiempo para todo lo que hay que preparar después de conocer las medidas concretas. Un centro no se organiza en 48 horas, lo haremos si no nos queda otro remedio, pero obviamente no lo podremos hacer tan bien como si las medidas se hubiesen definido antes para que pudiésemos implementarlas cuidando los detalles...
Yo creo que la mayoría de las CCAA han esperado hasta el último momento con la esperanza de que la situación sanitaria permitiese iniciar el curso sin invertir dinero en medidas extraordinarias. Contaban con la segunda ola en octubre y eso habría permitido iniciar el curso en septiembre como si nada y cerrar después si hubiese sido necesario. El adelanto de la "segunda ola" a agosto los ha pillado por sorpresa y ahora están improvisando con todo lo malo que eso supone.
-¿Crees que se tienen en cuenta realmente las necesidades de los niños y adolescentes?
Para nada, en la mayoría de los protocolos que redactan las consejerías de las distintas CCAA hablan de alumnas y alumnos como si fuesen seres pasivos que simplemente están físicamente en el centro educativo, porque en algún sitio hay que dejarlos mientras sus madres y padres van a trabajar, pero no se tiene en cuenta en ningún caso su participación activa en el día a día en el centro, sus sentimientos, sus preocupaciones, sus intereses, nada...
A veces da la impresión de que las personas que redactan los protocolos anti covid de educación (y los políticos en general) no han pisado un colegio en su vida y tampoco saben lo que es un niño...
-¿Cómo crees que les ha afectado a los niños y adolescentes no asistir a clases durante seis meses?
Es difícil dar una respuesta global a esta pregunta porque no a todos les ha afectado por igual. En el caso de los adolescentes, que son los que yo más trato, todos, o la gran mayoría, han dejado de trabajar algunos aspectos del currículum que habrían estado incluídos en el tercer trimestre de un curso normal, pero eso no es un gran problema, a cambio también han aprendido otras muchas cosas que nunca habrían surgido en un curso normal... La pandemia proporciona un contexto de aprendizaje con interés en muchos sentidos.
El problema está sobre todo en que se han agrandado las desigualdades entre el alumnado más capaz, con buenos recursos y apoyo familiar y alumnado que tenía necesidades especiales y que no contó con los recursos adecuados o con apoyo en casa durante el trimestre no presencial.
Con todo solo han sido tres meses sería recuperable, el problema es que si, como sospechamos, las medidas adoptadas para garantizar un curso escolar presencial con seguridad no son las adecuadas y hay que volver a cerrar, no van a ser solo tres meses, va a ser más y ahí si parte del alumnado puede llegar a un punto de no retorno a partir del cual sea ya muy difícil recuperar.
Esto en cuanto a lo académico, pero hay que sumarle lo personal, han perdido tiempo con sus amigos, viajes de erasmus, proyectos que han quedado a medias, excursiones de fin de curso, actos de graduación... Momentos, muchos de ellos irrecuperables, que en algunos casos también pueden pasar factura, familias y profesorado tendremos que estar muy pendientes de eso.
-¿Cómo afrontáis los profesores esta vuelta al cole tan atípica?
Yo diría que en general con bastante preocupación, pero también con mucha ilusión. Lógicamente después de tanto tiempo apartados de las aulas tenemos muchas ganas de volver y que todo salga bien para que el curso se pueda desarrollar de la mejor manera posible.
Lo hemos pasado mal en los meses anteriores, pero también hemos aprendido mucho y tenemos muchas ideas sobre cómo desarrollar este curso ya sea presencial, que es lo que todos deseamos, o semipresencial si finalmente se opta por ese tipo de medida.
Si bien hay inquietud porque los protocolos no acaban de concretarse y eso genera cierta ansiedad a estas alturas, en los momentos de más serenidad también hay confianza en que al final poniendo todos de nuestra parte las cosas saldrán adelante, aunque lamentablemente los políticos no estén a la altura.
-¿Los profesores sentís la misma incertidumbre que los padres?
Obviamente sí, la misma incertidumbre y, en muchos casos, doble preocupación, porque hay que recordar que muchos profesores también son madres y padres y en muchos casos no imparten clase en el mismo colegio al que asisten sus hijas e hijos.
Además, la mayoría de los profes cuando pensamos en el colegio no pensamos solo en nuestro puesto de trabajo, pensamos en la comunidad educativa del centro en su conjunto: alumnado, profesorado, familias y personal no docente.
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