Después de varios intentos con todo tipo de artilugios extractores de leche, he llegado a la conclusión de que conmigo no hay aparato que valga.
Nada más efectivo y cómodo que las propias manos. Y más barato.
Tanto si necesitas aliviar el pecho porque está muy congestionado como si tienes que almacenar leche para tu bebé, el método manual puede ser una alternativa útil y sencilla sin necesidad de bombas extractoras.
Es cierto que en el mercado hay sofisticados productos pensados para la extracción de leche, pero para muchas madres, entre las que me incluyo, es más práctico y disminuye el riesgo de bacterias extraerse la leche a mano.
Lo más importante antes de comenzar es estar relajada. Puedes hacerlo luego de descansar unos minutos o después de una ducha caliente, que ayuda a ablandar los pechos. También sirve colocarse compresas calientes.
Es indispensable que tengas las manos muy limpias. Necesitas un envase de boca ancha para recolectar la leche.
Tienes que masajear el pecho hacia la areola para facilitar la salida de leche.
Cada cual encontrará la mejor forma de hacerlo, pero se aconseja sostener el pecho con una mano y utilizar los dedos índice y pulgar de la otra apretando hacia la areola.
Primero saldrá una leche de consistencia más aguada y luego más cremosa. Si ves que la cantidad disminuye puedes pasar al otro pecho y luego seguir con el primero.
Es cierto que la técnica manual puede ser algo más lenta, pero con la práctica podrás extraerte una toma en pocos minutos, e incluso si aprendes a vaciar ambos pechos a la vez te ayudará a ahorrar más tiempo.
Más información | nursingmothers.org En Bebés y más | Ingurgitación o congestión mamaria