Armando ya nos comentó hace unas semanas qué hacer si estás dando pecho y llevas un implante de este tipo. Ahora podemos añadir la información al respecto que ha dado el grupo de expertos del Comité de lactancia materna de la AEP, que también ha querido dar sus datos por la relevancia mediática que estos días está teniendo el tema.
En una nota titulada "Información para madres lactantes acerca de los implantes mamarios de la empresa PIP (Poly Implant Prothese)" explica todo lo relacionado con este caso de prótesis defectuosas y los consejos para madres que amamantan y las llevan, que coinciden con lo que os contábamos en el tema anterior.
Como resumen podemos decir lo que más interesará a las madres que se hallan en esta situación:
Nada avala el contraindicar la lactancia y menos aún si no se ha producido la rotura de la prótesis.
Antes de llegar a esta conclusión, tranquilizadora para las madres, el Comité de lactancia materna hace un repaso por la historia de las prótesis y su retirada del mercado. La AFSSAPS (Agence Française de Sécurité Sanitaire des Produits de Santé), primeros en alertar y retirarlas, llegó en 2011 a las siguientes conclusiones:
Que el principal problema es su mayor riesgo de rotura y que se ha encontrado un poder irritante del gel que no se encuentra en los geles de silicona de otros implantes y que puede conducir a reacciones inflamatorias en ciertos pacientes. Es por esto que a título preventivo, y sin carácter de urgencia, se propone a las mujeres portadoras de implantes PIP la retirada de la prótesis, incluso sin signo clínico de deterioro del implante.
Que las fuentes disponibles permiten concluir la ausencia de riesgo de adenocarcinoma mamario en mujeres portadoras de implantes en comparación con la población general. Los datos disponibles hasta ahora no indican que haya un riesgo mayor de adenocarcinoma mamario en las mujeres portadoras de implantes PIP en comparación con otras marcas.
Que los elementos que justifican una explantación (retirada de la prótesis) son la presencia de signos clínicos y/o radiológicos indicadores de una alteración del implante y/o la demanda de la paciente.
Información para las madres lactantes con implantes PIP
Aparte de estos datos generales sobre los implantes, que podemos ampliar en también en la web del Ministerio de Sanidad, se aporta en esta nota información adicional para madres lactantes, citando como fuente al Dr. José María Paricio Talayero, hasta ahora jefe de Servicio de Pediatría del Hospital de Denia y responsable de la página de compatibilidad de la lactancia con medicamentos y otros productos www.e-lactancia.org.
Las prótesis mamarias PIP contienen diversos tipos de silicona, como el resto de prótesis. Estas sustancias, además de ser utilizadas en diversos procesos industriales como aislantes, hidrófugos, tensioactivos..., tienen innumerables usos cosméticos, médicos y quirúrgicos (implantes, prótesis cardíacas, de rodilla o cadera, catéteres, tetinas y chupetes, recubrimiento de cápsulas de medicamentos y hasta medicamentos para los disminuir los gases intestinales).
Qué pasa si se rompe un implante PIP
El gel de silicona empleado en las prótesis PIP no alcanza el grado de calidad de un gel destinado a implantes mamarios, pudiendo provocar irritación local en caso de rotura (hinchazón, enrojecimiento, aumento de la temperatura y escozor).
Las siliconas tienen un elevado peso molecular, lo que hace que no puedan ser absorbidas por el intestino, no se metabolizan, son poco solubles en agua y no pueden pasar a la leche. En caso de rotura de un implante mamario, aunque algo de silicona pase a la sangre o al sistema linfático de la mujer, su alto peso molecular impide que pase a la leche y, aún en este caso, el lactante no la absorbería en su intestino, eliminándola en las heces.
En definitiva, nada avala el contraindicar la lactancia y menos aún si no se ha producido la rotura de la prótesis. Tan solo es necesario pensar en la retirada de estas prótesis defectuosas, de modo programado y sin urgencia debido a su mayor riesgo de rotura siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias pertinentes.
Además de estos datos, recordamos que los implantes de silicona PIP se degradan mucho antes que otros modelos, hacia los ocho años desde el momento en que se coloca. Si hace menos que fue implantado, el riesgo es menor.
Mientras no exista evidencia en contra, lo más prudente desde el punto de vista de la salud del lactante y de su madre es no desaconsejar la lactancia materna basándose en hipotéticos riesgos no probados ni demostrados y que no parecen probables a la luz del conocimiento actual.
La verdad es que se agradece esta información sobre los implantes de silicona PIP avalada por el grupo de expertos del Comité de lactancia materna de la AEP, y esperamos que sirva de alivio a las madres que se hallen en esta situación, aunque no descuiden las precauciones que se señalan, de cara al futuro.
Vía | AEPed Foto | Various brennemans en Flickr-CC En Bebés y más | ¿Se puede amamantar con prótesis de silicona?, Cirugía estética después del embarazo: hay que esperar