La leche materna es el mejor alimento que podemos darle al bebé y es también la primera vacuna que recibe, pues el calostro contiene anticuerpos y sustancias que le protegerán frente a infecciones y enfermedades.
La OMS recomienda lactancia materna exclusiva durante seis meses, y al menos hasta los dos años complementada con otros alimentos. Aunque todos conocemos las bondades que aporta en su primera etapa, hoy queremos repasar los beneficios para la salud actual y futura de madre y bebé, que ofrece el mantenimiento de la lactancia más allá de los seis meses. ¿Los conocías todos?
Protege al bebé frente a enfermedades y obesidad
Las proteínas y nutrientes que contiene la leche materna en sus distintas etapas, proporcionan un importante pilar de salud para el bebé, tanto durante su infancia como también en su edad adulta, reforzando su sistema inmunitario.
Y es que según los expertos, la lactancia reduciría el riesgo de padecer infecciones, diarreas, gastroenteritis, candidiasis, ciertos cánceres infantiles, diabetes tipo 1 y 2, y obesidad. Además, según los últimos estudios, actuaría como un potente escudo frente a enfermedades respiratorias, y se ha visto que llega a reducir considerablemente el riesgo de jadeos y sibilancias del bebé en sus primeros años de vida.
Favorece su correcto desarrollo bucodental
La succión del pecho estimula la musculatura bucal del bebé, favorece que la mandíbula avance desde su posición distal, y propicia un correcto crecimiento del maxilar inferior. Todo esto ayuda a evitar hasta en un 50 por ciento las maloclusiones dentales y los retrognatismos mandibulares, y favorece una buena relación entre el maxilar y la mandíbula.
Pero estos beneficios no sólo influyen en una dentadura estéticamente correcta para el niño, sino también en su funcionalidad, evitando problemas futuros relacionados con la mordida y el habla.
Es fuente importante de calorías
La leche materna es un líquido inteligente que se adapta a las necesidades del bebé según sus requerimientos nutricionales y su etapa de crecimiento.
Y aunque a partir de los seis meses, el bebé necesita ingerir alimentos sólidos que le aporten nutrientes esenciales como el hierro y las vitaminas B y D, la leche materna todavía supondrá el 93% de las calorías diarias acumuladas, y aproximadamente la mitad entre los 11 y los 16 meses de vida del bebé.
Tiene un impacto positivo en su salud mental y comportamiento
A corto plazo, tomar el pecho tiene para el bebé un efecto relajante y tranquilizante, pues la leche materna actúa como calmante natural si el niño está enfermo, alterado o cansado. De hecho, existen estudios que demuestran que la lactancia materna reduce el llanto y aporta alivio frente a las vacunas.
A largo plazo, la lactancia materna se asocia a un menor número de problemas de comportamiento en los niños en edad escolar y también a una mejora en la salud mental de los niños y adolescentes . Además, favorecería el desarrollo cognitivo y tendría un impacto positivo en el cociente intelectual (CI).
Beneficios para la madre
Pero los beneficios de la lactancia materna más allá de los seis meses no solo repercuten en el bebé, sino también en la madre:
- Contribuyendo a reducir el riesgo de ciertas enfermedades como las cardiopatías, accidentes cerebrovasculares (como infartos e ictus), hipertensión después de la menopausia, diabetes de tipo 2 y enfermedad hepática relacionada con el hígado graso no alcohólico.
En este sentido, cabe señalar que el riesgo de padecer cáncer de mama se reduce un 4,3% por cada año que la madre produce leche. Aunque todavía se desconoce la razón exacta, ello puede deberse a que la producción de leche reduce la frecuencia de ovulación o también debido a que el proceso de lactancia modifica y restaura las células mamarias, contribuyendo a que regresen al estado natural .
Por otra parte, y aunque se desconoce a qué es debido, dar el pecho también contribuye a que se reduzca en más de un tercio el riesgo de padecer cáncer de ovario. Además, la lactancia reduce en un 32% el riesgo de que el bebé desarrolle esta enfermedad en fases posteriores de su vida.
La lactancia materna más allá de los seis meses ayuda a la madre a combatir el estrés, a paliar el dolor y tiene sobre ella un efecto antidepresivo, gracias a la oxitocina (también conocida como la "hormona del amor"), que se libera durante la succión.
Recientemente también nos hicimos eco de un nuevo estudio llevado a cabo por las universidades de Boise y Iowa, que indicaba que la lactancia materna más allá de los seis meses prolonga hasta diez años la sensibilidad de la madre hacia su hijo.
Vía Medela