Hace unos días os comenté que se había publicado un libro titulado “¡Funciona!: Niños sanos todo el año” y os ofrecí mi visión al respecto, haciendo una llamada al sentido común, para evitar poner a los niños en riesgo.
Cuando alguien me habla de homeopatía para los niños me pongo malo, porque oye, si tú quieres ir al homeópata y gastarte el dinero en un placebo, eres libre, pero los niños no pueden decidir, así que cuando se utiliza homeopatía con ellos estamos jugando con su salud. Suerte que la mayoría de afecciones de los niños se curan solas, pero no todas lo hacen por las buenas, y el riesgo puede existir.
Esto es de lo que me he dado cuenta al leer la parte de este libro dedicada a las afecciones de oído, gracias a las 15 páginas que están disponibles en la web de Me gusta leer y que demuestran que el libro “¡Funciona!: Niños sanos todo el año” es tan peligroso como creía.
En la página 12 podemos ver que uno de los remedios para las afecciones de oído es Hepar Sulfur 30 CH, sobre el que dice lo siguiente:
Este remedio se utiliza cuando hay infección en la zona del oído y el niño presenta una congestión dolorosa y está muy sensible al contacto. El niño siente punzadas, de manera que puede estar tranquilo y de repente ponerse a llorar porque nota un pinchazo repentino. Se aprecia una secreción amarillenta con mal olor. Es importante recordar que la dilución aconsejada en este caso no será inferior a 30 CH, pues hay riesgo de perforación del tímpano.
No sea que le de algo que le cure y vayamos a evitar dicha perforación, añadiría yo. El Hepar Sulphur es azufre, un elemento químico no metal que se utiliza como fertilizante y para fabricar pólvora, laxantes, cerillas e insecticidas.
Ya sólo con esto dudo mucho que cure a ningún niño de una otitis, pero aún cuando me lo creyera, una dilución de 30 CH equivale a poner una molécula de Hepar Sulphur en una esfera de agua con un diámetro de 150 millones de kilómetros (la distancia que hay entre el Sol y la Tierra). Con esto ya aseguro, sin ningún miedo a equivocarme, que es imposible que el Hepar Sulphur 30 CH cure nada.
Así que ante un niño con una otitis de caballo supurando tratado con Azufre 30 CH lo único que podemos hacer es rezar, rezar mucho y tocar la mesa de madera del comedor, que dicen que tocando madera las cosas salen mejor.
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