Uma tiene nombre. Y lo tiene aunque la ley se lo niegue. Existió y existe para sus padres. Nació muerta, no llegó a ver la luz, su mamá no pudo abrazarla, su padre lleva sus huellas tatuadas en el brazo para siempre. Pero Uma, para el Registro Civil, solamente es el feto femenino de de Jillian Cassidy. Los bebés muertos tienen derecho a su nombre aunque hasta ahora les haya sido negado.
La muerte de un bebé, tanto si nace sin vida como si no llega a sobrevivir, es una experiencia desoladora para sus padres. No encuentro palabras para explicar el dolor, la pérdida, el desconcierto y la angustia que sufren. Y sus hijos existieron. Aunque, hoy por hoy, solamente pueden recibir su nombre legalmente y ser registrados como personas si han sobrevivido al menos 24 horas fuera del seno materno.
Para superar este dolor inconmensurable, aunque no haya modo alguno de hacerlo del todo, la vivencia del duelo es importantísima. Los expertos aconsejan poder ver y tocar al bebé, despedirse de él, como haríamos de un hijo que hubiera vivido. Y es bueno ponerles su nombre y recordarlos con él. No negar que existieron, no borrarlos ni ignorarlos. Hacer eso no va a cambiar el vacío que han dejado. Por eso los bebés nacidos muertos tienen derecho a su nombre y los padres de Uma están luchando para conseguirlo.
"Sólo se reputará nacido el feto que tuviere figura humana y viviere veinticuatro horas enteramente desprendido del seno materno" dice el artículo 30 del Código Civil español. Sin embargo la ley contempla que si una mujer pierde a su hijo tras seis meses de gestación, tiene derecho a su baja maternal, así que aunque el niño no haya vivido ella es considerada madre.
El Senado aprobó el pasado 11 de febrero de 2009 cambiar este artículo del Código Civil y permitir que los padres que lo deseen puedan registrar a sus hijos nacidos sin vida. La votación no fue unánime, tuvo 123 votos a favor y 120 en contra. Este mes de marzo la propuesta llegará al Congreso y de lo que se decida en la comisión que sea creada determinará si los padres tendrán derecho legal a poner nombre a estos bebés, a poner su nombre en su lápida y a que estos niños sean reconocidos como personas que vivieron.
Los papás de Uma han tomado como propia, en nombre de su hijita, esta reivindicación. Y además de su página, Umamanita, de la que ya os hablamos en Bebés y más en otra ocasión, han abierto en Facebook una plataforma en llamada HUELLAS, en apoyo para el Registro de la Muerte Perinatal y Neonatal.
La plataforma HUELLAS tiene como objetivos que los padres que lo deseen puedan registrar a su hijo fallecido aún cuando no haya vivido más de 24 horas fuera del seno materno, apoyar a las familias y sensibilizar a la sociedad obre muerte perinatal y neonatal.
Los niños nacidos muertos existieron. Tienen derecho a su nombre, a ser reconocidos como reales, a ser despedidos con dignidad. Por eso quiero animaros a uniros a Jillian y a Juan en su lucha. Por Uma, que tiene nombre.
Más información | Plataforma HUELLAS,