Mañana es el Día Internacional de los Derechos del Niño, y por supuesto que en Peques y Más le daremos importancia a una fecha tan señalada, sin embargo ese día no es suficiente, para reivindicar la necesidad de reforzar las medidas preventivas, educar a las familias y adecuar la legislación respecto a un problema gravísimo de violación de Derechos Humanos como son los Abusos Sexuales Infantiles (ASI).
Y como no es suficiente, la Women's World Summit Foundation, propuso en el año 2000 el Día Mundial para la Prevención del Abuso contra los Niños, que tiene por objetivo el crear un punto de reunión, destinado a poner en evidencia el problema de los abusos. Y ese día se celebra el 19 de noviembre.
Hoy en día ya no existe el silencio absoluto que contribuía a tapar los abusos sexuales a niños, pero siguen habiendo muchas personas que no creen a los menores, y el problema sigue envuelto de cierto secretísimo
Creemos que ya es hora de evidenciar que cinco de cada 10 niñas y seis de cada 10 niños, podrían sufrir estas agresiones durante su niñez, de hablar en voz alta sin miedo, porque si los adultos tenemos miedo a hablar, ¿quién protegerá a esas víctimas que con más razón que nosotros están asustadas?
A veces da la sensación de que la sociedad pretende quedarse de brazos cruzados, a esto contribuye en parte el hecho de que el 80 por cien de los abusos sexuales infantiles son provocados por personas del entorno de los niños, o sea que permanecen ocultos entre las paredes de la casa. Pero en mi opinión esa es razón de más para que nos demos cuenta de la desprotección en la que quedan los niños cuando el mundo para los demás gira mientras que para ellos se convierte en algo parecido a un infierno.
Se puede enseñar a niños y niñas a protegerse de estos abusos y decir NO a tiempo, o bien a comunicarlos cuanto antes a una persona de su confianza para que solucione el problema, reduciendo al mínimo las secuelas. “Los miedos y las resistencias con los que hasta ahora se ha afrontado el fenómeno del ASI en nuestra sociedad, generando actitudes defensivas, de rechazo y ocultamiento, sólo consiguen un aislamiento aún mayor de los niños, a quienes se les deja a menudo solos ante el problema”: Margarita García de ASPASI.
Es necesaria instaurar la cultura de la prevención, y erradicar el miedo, en ocasiones los padres (o uno de los dos) deberá recibir ayuda para afrontar lo ocurrido, y para ello están los servicios educativos y sociales locales que pueden ayudarle; estos no siempre serán útiles porque incluso hoy los adultos tienden a negar al niño. Pero en esas ocasiones, existen instituciones privadas como RANA, Fundación Vicki Bernadet o ASPASI, que cuentan con profesionales especializados que pueden orientar la solución del caso.
Puede que debamos alertar también del ciber abuso sexual infantil, un fenómeno que se extiende.
Un niño explotado es el último eslabón de una serie previa de violaciones a sus derechos que no han sido garantizados. La violencia, la negligencia, y abuso conducen a la explotación sexual infantil, y aunque no lo creamos, es algo que puede ocurrir en cualquier tipo de familia, e independientemente de la posición social de los padres o de su cultura.
Quizás sea duro leer esto, pero coincido con UNICEF en esta frase: 'en los ASI, la indiferencia significa aceptación'. ¿Verdad que no lo aceptamos?
Imagen | woodleywonderworks En Peques y Más | ¿Sabes cómo proteger a tus hijos frente al acoso sexual a través de Internet?, ¿Cómo detectar los abusos sexuales infantiles?, Nuestro sistema judicial presenta deficiencias en el tratamiento de los abusos sexuales a niños