Las vacaciones de Navidad todavía no han terminado, precisamente los más pequeños están esperando uno de los días más emocionantes, el Día de Reyes, cuando los juguetes más esperados caerán en sus manos. Pero no es este el tema que queremos tratar, si no de los cambios en su rutina diaria, los horarios de comida, de descanso, de juego…
La gran mayoría de niños ha tenido que modificar las horas de comida y cena por las celebraciones de las fiestas con la familia, esto también les excita y conduce a un cambio en el horario de descanso. Muchos niños se han saltado la siesta, se acuestan más tarde y se levantan más tarde.
Pero ya va siendo el momento de volver a proporcionarles esa rutina diaria que hace que tengan calma y control sobre su vida, y que su organismo funcione como un reloj. A pesar de que aún tenemos que esperar a que pase el día más especial para los pequeños, es ideal empezar a habituarles en los horarios que les corresponden a su edad. En nuestras manos está, si por el momento se levanta bastante más tarde de lo habitual, es normal que cuando llega la noche le cueste coger el sueño. Quizá es preferible que un día prescinda de hacer la siesta, acostarle prontito y levantarle por la mañana como si fuera un día de colegio.
Recuerda que quedan apenas tres días para que no quede otro remedio, si se acostumbra ya, menos le costará la puesta en marcha tras las vacaciones.
Muchos padres aprovechan porque ellos también están de vacaciones y quieren trasnochar y descansar, quién va más cansado que ellos… No importa, la rutina y el descanso es básico para los niños y nos debemos a ellos. Además, esos hábitos que deberemos adoptar tras el periodo vacacional, también afecta a los adultos, así que mucho mejor si el cambio es paulatino.