El autismo es uno de los trastornos pediátricos más frecuentes. Cada vez más niños son diagnosticados con este desorden del desarrollo cerebral que aparece antes de los tres años de edad y que deteriora su comunicación e interacción social causando un comportamiento restringido y repetitivo.
Entre las grandes incógnitas sobre el autismo se encuentran cuál es su verdadera causa (si es que hay sólo una) y si tiene cura. De momento, no podemos responder esas cuestiones, pero los científicos siguen investigando cuáles son los factores que la predisponen para tratar de encontrar su origen.
Buscan en todas las direcciones, incluso en el cielo, pues un estudio realizado por investigadores estadounidenses de la Universidad de Cornell afirma que el autismo tiene mayor prevalencia entre los niños que vivieron durante los tres primeros años de su vida en una zona lluviosa del país como California, Oregon y Washington.
Sugieren que a lo mejor, los niños que viven en lugares donde llueve mucho pasan más tiempo dentro de casa frente al televisor y esto genera cambios cerebrales. Quizá de puertas adentro respiran más químicos perjudiciales o tal vez no reciben la cantidad necesaria de vitamina D, la vitamina del sol.
También especulan que los químicos de la parte superior de la atmósfera puedan ser transportados a la superficie terrestre a través de la lluvia o la nieve, lo cual reforzaría la hipótesis de los factores medioambientales relacionados con la enfermedad.
Esto no significa que haya que mudarse a poblaciones de clima más seco durante la infancia. Estos estudios no hay que tomarlos al pie de la letra, de hecho es un trastorno infantil que va en aumento en todos los climas, pero sí ayudan a abrir nuevas líneas de investigación para ir descubriendo los enigmas del autismo.
Vía | Yahoo News Más información | Archives of Pediatric and adolescent medicine En Bebés y más | Las 10 preguntas aún no respondidas sobre el autismo, Un cambio de alimentación para mejorar el autismo