Se saben muchas cosas sobre la lactancia materna y se sabe que aún quedan muchas cosas por saber. De igual modo se saben muchas cosas sobre las fórmulas infantiles, más conocidas como "leche artificial" y sabemos que aún quedan muchas cosas por saber, sobretodo porque la mayoría de estudios relacionados con dichos preparados son los realizados por las mismas empresas que los fabrican.
Un estudio reciente realizado por la Universidad del País Vasco y el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) ha decidido comparar a bebés amamantados con bebés que toman leche de fórmula para ver cómo afecta el tipo de alimentación de los bebés en el riesgo cardiovascular cuando crecen.
Los resultados son los que comentamos en el título: los bebés que toman leche artificial tienen un 6% más de riesgo cardiovascular y presentan peores valores en capacidad aeróbica, peores niveles de colesterol, inflamación y presión sistólica (la que conocemos como “cifra alta” cuando miramos la tensión) que los bebés que toman leche materna.
Más datos sobre el estudio
El estudio se ha publicado en las revistas The American Journal of Clinical Nutrition y en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine. Para llevarlo a cabo se han hecho pruebas y encuestas a 1.025 niños de 9 y 10 años y a 971 adolescentes de 15 y 16 años.
Para concretar un poco más, se les hicieron análisis de sangre, se les preguntó a la madre por el periodo de lactancia, se midió y pesó a los niños, se midió también su capacidad aeróbica, que se ha descrito como uno de los indicadores más fiables a la hora de predecir la mortalidad, y se tuvo en cuenta el estado puberal del niño, el IMC, la actividad física, el nivel de educación materna y el peso de los niños al nacer, para tratar de tener en cuenta todas las variables que podrían hacer que los resultados fueran falseados.
Los mejores resultados se obtienen con lactancia hasta los tres meses
Según comentan los investigadores, los mejores resultados, o mejor dicho, los máximos beneficios de la leche materna se consiguen con una lactancia exclusiva de tres meses, no habiendo demasiada diferencia entre los niños que fueron amamantados tres meses y los que fueron amamantados seis meses.
Como curiosidad, el estudio se realizó con niños suecos porque en España (dicen los investigadores) pocas madres dan de mamar a sus bebés durante los primeros tres meses, mientras que en los países nórdicos las bajas maternales son mucho más largas y hay posibilidad de que las enfermeras acudan a domicilio para ayudar a las madres a dar el pecho.
La realidad actual no es exactamente esta, porque ciertamente ahora hay muchísimas madres que dan el pecho durante tres y más meses, pero claro, el estudio está hecho con niños de hasta 15 y 16 años, y hace 15 ó 16 años, ciertamente, debían ser muy pocas las madres que amamantaban hasta los tres o seis meses.
Como conclusión al estudio
Los investigadores concluyen su estudio comentando que la lactancia materna tiene un efecto beneficioso sobre la salud cardiorrespiratoria de los niños (y en consecuencia la leche artificial tiene un efecto menor) y que es importante a nivel de salud pública ayudar a las madres que quieran dar el pecho a que puedan hacerlo.
Por su parte, se comprometen a seguir estudiando a los niños suecos (y estonios) estudiados para seguir midiendo el riesgo cardiovascular a medida que vayan creciendo.
Nos falta saber (en el resumen del estudio no lo he visto) si han tenido en cuenta la alimentación actual de cada niño a la hora de ver los resultados. Imagino que sí, quizá no lo especifican por evidente, porque si no lo han tenido en cuenta la fiabilidad del estudio será nula.
Vía | ABC Fotos | pfly, c r z en Flickr En Bebés y más | Leche artificial y leche materna: busca las diferencias, Los lácteos en la alimentación infantil: ¿qué leche artificial es mejor?, El tipo de leche artificial que toma el bebé determina su peso