Llega la hora de dormir. Estamos cansados (seguramente más que nuestros hijos) y pensamos que es una buena idea que se entretengan un ratito antes de acostarse o ya en la cama con el teléfono móvil, con la tele o con la tableta. Que jueguen un poco, que se relajen. Error. Está comprobado que las pantallas son enemigas del buen sueño infantil, de modo que, si queremos que duerman bien, lo mejor es mantenerlos alejados de ellas en ese periodo.
Y es que, si es bueno crear ciertos hábitos a la hora del sueño, jugar a videojuegos o ver dibujos no se encuentra entre esas buenas costumbres que ayudan a los pequeños a dormir bien. Tampoco a los más pequeños, los menores de tres años, como se ha demostrado recientemente.
El estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Londres y publicado en la revista "Nature", no puede ser más claro desde su título: "El uso diario de pantallas táctiles en bebés y niños pequeños se asocia con una reducción del sueño y un retraso en el inicio del sueño".
La investigación se llevó a cabo analizando datos de 715 familias del Reino Unido con niños de entre seis meses y tres años. Los datos concluyen que por cada hora diaria que los menores pasaban con la tableta, reducían 26 minutos su sueño nocturno (aunque aumentaban un poco el sueño diurno de la siesta, debido probablemente a que el organismo trata de compensar lo que no se duerme por la noche a lo largo del día).
A medida que aumenta el uso infantil de estas tecnologías, los pequeños tardan más tiempo en coger el sueño. Como dato curioso, el uso de la televisión solo reducía el tiempo de las siestas diurnas y no afectaba al sueño nocturno (aunque como veremos más abajo, sí hay estudios que relacionan este uso con una mala calidad del sueño, incluido un trastorno como el sonambulismo).
Ya se conocían resultados similares para niños mayores, pero es la primera vez que se analizan los efectos de las pantallas en niños tan pequeños, menores de tres años. Y ya hacía falta un estudio así, porque ellos son un "público" asiduo a estos dispositivos móviles.
Según el informe FAROS (Observatorio de Salud de la Infancia y la Adolescencia) del Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues, casi la mitad de los niños menores de dos años utiliza tabletas y móviles y es de suponer que, muchos de ellos, lo harán también antes de dormir.
Recomendaciones de los pediatras
Por este extenso uso de dispositivos móviles por parte de los niños, no es de extrañar que los pediatras hagan sus recomendaciones oficiales a los padres, como recientemente la Academia Americana de Pediatría respecto al uso de tabletas, móviles y televisión y que se resumen en las siguientes:
Nada de pantallas antes de los 18 meses.
Seleccionar un contenido de alta calidad entre los 18 y 24 meses.
Seleccionar contenidos de alta calidad no más de una hora entre los dos y cinco años.
A partir de los seis años, uso de los dispositivos con equilibrio y sentido común, para que no afecten al sueño, a la actividad física y a su modo de comunicarse con otros niños y adultos.
Conviene establecer horarios totalmente libres de contenido mediático, especialmente un rato antes de ir a dormir.
Cómo afectan las pantallas a los niños pequeños
Como vemos, los pediatras recomiendan unos límites muy claros del uso de los dispositivos móviles por parte de los menores. Pero no es solo porque estos pueden perjudicar la cantidad del sueño y el descanso infantil. También su calidad. El uso del ordenador antes de dormir podría estar relacionado con trastornos del sueño: se ha encontrado una relación con el aumento de los casos de sonambulismo infantil.
Además, sabemos que las pantallas dañan la vista de los más pequeños. En los últimos años se ha detectado un aumento los casos de miopía entre los niños pequeños, de entre dos y cuatro años. Los oftalmólogos lo atribuyen al mayor uso de las nuevas tecnologías por parte de las familias. Pero no sólo es cuestión de daño a la vista.
Por otro lado, también se cree que los móviles y las tablets podrían estar afectando negativamente al desarrollo social y emocional de nuestros hijos, ya que cuanto más horas pasan absortos en las pantallas ("desconectados"), menos tiempo dedican a interactuar con otras personas de su entorno.
Como el sueño es vital para el desarrollo biológico, psicológico y social de los niños, una cantidad inadecuada de sueño y la calidad de este se convierte en un problema de salud importante.
Y cada vez está más claro que los dispositivos portátiles móviles y multimedia pueden afectar la duración y calidad del sueño de los menores de tres años especialmente. También a los niños mayores y a todos. Seguro que vosotros también habéis notado los efectos perjudiciales de estar pegados a las pantallas antes de dormir y si no, probad a despegaros de ellas un par de horas antes del sueño y notaréis la diferencia.
Foto | iStock
Más información | Nature
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