La otitis media es una de las infecciones más frecuentes en la infancia. La mitad de los niños tiene al menos una infección en su primer año de vida, y el 90 por ciento tiene una antes de los cinco años.
La otitis media aguda (OMA) es un proceso inflamatorio infeccioso que afecta al oído medio, el cual se acompaña frecuentemente de una infección de las vías respiratorias superiores en la que haya existido mucha mucosidad, como un catarro o resfriado.
La trompa de Eustaquio, el conducto que comunica el oído con la boca, se llena mocos y estos terminan llegando a la zona media, con las consiguientes bacterias que encuentran en esta región el medio perfecto para proliferar.
Dicha infección produce gran cantidad de pus y fluidos que provocan presión sobre el tímpano, ocasionando un dolor agudo que puede conllevar la pérdida de audición en los niños. Al ser tan dolorosa, es necesario un diagnóstico y tratamiento urgentes para evitar que se agrave la dolencia.
¿Por qué es más frecuente en niños?
Debido a las características fisiológicas del oído, los bebés y niños pequeños presentan más episodios de otitis que los adultos. La trompa de Eustaquio en los niños es más ancha, más corta y más horizontal que en los adultos, lo que hace más fácil que el moco pase de la nariz al oído y a partir de ahí se produzca la infección.
Además, los niños presentan un sistema inmune menos desarrollado, lo que facilita que las bacterias se asienten con mayor facilidad, ya que las adenoides, las glándulas responsables de combatir las infecciones en esa región, no cuentan todavía con los recursos necesarios para frenar a los gérmenes invasores.
¿A qué edad es más habitual?
El pico máximo se sitúa entre los 6 y los 11 meses de edad y después entre los 4 y los 5 años.
Cuando los menores desarrollan tres o más episodios en seis meses, o cinco en un año, se convierte en recurrente (OMAR).
Los niños que la padecen de forma reiterada tardan más en incorporar nuevas palabras en su vocabulario, afectando al desarrollo del lenguaje.
Síntomas de otitis en bebés y niños
La otitis viene indefectiblemente ligada a los procesos catarrales. Cuando pasan los primeros días del cuadro catarral, puede aparecer un dolor progresivo en el oído, acompañado de hipocausia o acúfenos.
Pero los bebés no pueden explicarnos que les duele el oído -puede que se lleve la mano al oído-, por lo que los síntomas que debemos observar son indirectos. La otitis puede provocar:
- Fiebre (de hasta 40º)
- Irritabilidad
- Pérdida de apetito
- Dificultad para comer, rechazo del biberón o del pecho
- Vómitos
- Supuración en el oído externo (si la otitis ha evolucionado)
- Sensación de tener el oído tapado
Cómo se cura la otitis media
Si tu hijo presenta alguno de estos síntomas, debes consultar con el pediatra. En algunos casos la curación es espontánea, sin necesidad de antibióticos, por lo que la indicación de ellos dependerá de diversos factores como la historia clínica y las características de la otitis.
En niños menores de dos años o inmunodeprimidos, sí están indicados porque la curación espontánea es más complicada.
El tratamiento consiste en la utilización de antibióticos (prescritos por el médico, en su caso) y analgésicos como paracetamol e ibuprofeno (en niños mayores de 6 meses) para calmar el dolor. Los síntomas suelen mejorar en 24 o 48 horas, sino es así es necesario volver a consultar.
Si se prescribe un tratamiento con antibióticos, es muy importante cumplir con el ciclo indicado por el médico para evitar recaídas, puesto que puede que en pocos días el niño ya no tenga síntomas, pero la infección todavía está presente.
Prevenir la otitis
- La prevención de la otitis se centra en intentar evitar los catarros en los niños.
- Mantener al día las vacunas: ayudan a evitar infecciones causadas por bacterias.
- Secar bien los oídos para evitar humedad que pueda favorecer la aparición de otitis.
- Evitar la acumulación de cera y el taponamiento del oído, limpiándolos con frecuencia con difusores de agua marina. En el caso de los bebés, aunque suene extraño, la mejor manera de limpiar los oídos es con el codo.
- Evitar el uso de bastoncillos, ya que empujan la cera hacia el interior provocando infecciones o incluso perforaciones.
- Lactancia materna: ha demostrado actuar como un escudo protector frente a las enfermedades infecciosas en los niños.
- Evitar ambientes con humo: ser fumador pasivo es factor de riesgo para desarrollar otitis media.
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