La crianza y la educación de los niños son labores complejas que demandan de nosotros mucho tiempo y atención; pero no basta con tener dedicación. Es importante que, además, podamos contar con estrategias para que nuestros niños aprendan las habilidades necesarias para la vida.
Como padres y madres, docentes, terapeutas y/o cuidadores, muchas veces quisiéramos poder evitar que nuestros niños se enfrentaran a situaciones difíciles o a determinados problemas.
También quisiéramos poder ayudarles siempre; pero esto no siempre resulta imposible, y no pasa nada (además, ¿cómo aprenderían sino?).
Sin embargo, lo que sí podemos hacer por ellos es ayudarles a superarse a sí mismos para que puedan confiar en lo que son capaces de hacer, así como crecer y desarrollarse.
Algunas recomendaciones de crianza para potenciar las capacidades en nuestros niños, suelen ser de ayuda; no solo para fomentar sus capacidades intelectuales, sino también sus habilidades sociales y emocionales, apostando por un desarrollo sano y feliz que les permita superarse a sí mismos. Pero, ¿cómo lo hacemos?
“Empieza haciendo lo necesario, después lo posible, y de repente te encontrarás haciendo lo imposible.”
-San Francisco de Asís-
Cómo ayudar a los niños a superarse a sí mismos
Fortalece su autoestima
Una de las tareas que jamás debemos dejar a un lado como padres o docentes es fortalecer la autoestima de nuestros pequeños. Y es que es de gran importancia que aprendan lo valiosos que son y que pueden lograr muchas cosas.
De igual manera, es preciso que trabajemos con ellos sus puntos débiles y que aprendan a ser conscientes de ello sin sentirse mal, entendiendo que simplemente todos somos diferentes, que por ello tenemos capacidades diferentes, y que eso está muy bien. ¡La diversidad enriquece!
Fomenta la tolerancia a la frustración
De igual forma que es importante motivar a nuestros hijos para que se superen a sí mismos (y busquen aquello que les haga felices), para que mejoren su autoconcepto, su autoestima y su autoconfianza... también es importante educarlos para que aprendan a tolerar la frustración.
Y es que, no pasa nada por que se equivoquen, pero deben exponerse a estas situaciones para que aprendan a manejar las emociones que sienten cuando algo no sale como ellos esperaban; que las toleren, las escuchen, las entiendan y les den su espacio. Esto fortalecerá su resiliencia.
Hazle sentir seguridad
Para que pueda darse un desarrollo sano en nuestros hijos es fundamental que cuenten con un sistema de apoyo emocional seguro.
Es importante que sepan que, sin importar lo que suceda, pueden contar con nosotros, y que sepan también que nuestro amor no se va a disminuir si en algún momento llegan a fallar o a equivocarse en alguna actividad.
Además, debemos fomentar en ellos la seguridad en sí mismos; que confíen en sus habilidades y que sepan que no pasa nada malo si en algún momento fallamos. Eso es solo parte de nuestro proceso de aprendizaje.
“La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.”
-Ralph Waldo Emerson-
Que sepa que siempre vas a estar ahí
En la línea del punto anterior, también es importante que nuestros niños sepan que siempre vamos a estar allí para ellos, para acompañarlos, respetarlos y amarlos siempre.
Hazle saber a tu hijo que, sin importar lo que suceda o los resultados que obtenga, siempre va a poder contar contigo, que no te va a decepcionar. Transmítele el gran orgullo que te hace sentir verlo esforzarse, lograr sus metas e irse superando a sí mismo día tras día.
No le des todas las respuestas
Si queremos que nuestros hijos se puedan superar a sí mismos es importante darles realmente la oportunidad para que puedan hacerlo, y eso implica el tener que hacernos a un lado en determinados momentos.
Resulta muy tentador el decirles las respuestas a los interrogantes o a los problemas que se les presentan, y más cuando vemos que han estado batallando durante un tiempo.
Pero para que puedan desarrollar su autonomía y confiar en sus propias capacidades, es importante dejarles intentar; puedes orientarlos, darles pistas... pero deja que sean ellos mismos los que resuelvan los dilemas, problemas o retos.
Estimula sus talentos e intereses
Un error frecuente que muchos padres cometen es querer potenciar las habilidades menos desarrolladas de sus hijos. Entonces vemos cómo muchos pequeños a los que les cuesta mucho la lectoescritura, por ejemplo, son incluidos en actividades de esta índole (o de cualquier otro ámbito).
Esto, aunque a veces es necesario (en estos casos, debemos darle un enfoque adecuado, hablarlo con el niño previamente, que entienda la función y el sentido de apuntarlo a X actividades, etc.), a veces puede generar frustración en nuestros niños.
Así, puede hacer que se sientan muy mal al no poder cumplir lo que creen que como padres o docentes esperamos de ellos.
Por ello, te animamos a darle otro enfoque a la situación; prueba a estimular su aprendizaje y desarrollo en sus áreas de interés o talentos, potenciando sus habilidades, y verás cómo mejorará en el resto de los ámbitos de su vida.
Además, recuerda que tampoco buscamos a niños perfectos, que sean un "10" en todo, sino a niños felices.
Valora siempre su esfuerzo
No te limites a valorar sus logros; haz mayor énfasis en la importancia que tiene el hecho de haberse esforzado, independientemente del resultado. Usualmente solemos enaltecer los logros de nuestros hijos, pero eso no es suficiente.
Cuando, como figuras importantes para los niños que somos, nos tomamos el tiempo para reconocer y valorar su esfuerzo, sin importar cuál fue el resultado, su autoestima se fortalece y estimulamos su autoconfianza.
Todo esto, a largo plazo, se traduce en una mejor capacidad para resolver conflictos y en la capacidad para superarse a sí mismos.
El aprendizaje tras el fracaso
Es importante transmitirles a nuestros hijos el mensaje de que no pasa nada si en algún momento fracasan en alguna actividad. Además, ¿qué significa, en realidad "fracasar"?
Podéis analizar el concepto juntos; esto te ayudará a entender las creencias asociadas a este concepto para tu hijo, para poder revisarlas y reajustarlas o cambiarlas.
Por otro lado, te animamos a utilizar estos momentos de "fracaso" o "error" en tu hijo para desarrollar su inteligencia emocional; que pueda comprender que una caída no va a determinar quién es ni lo que vale, y mucho menos va a condicionar tu amor hacia él.
Edúcalo para comprender que incluso cuando fallamos aprendemos de nuestros errores, y que siempre podemos mejorar. Podemos aprender lo que hemos hecho de forma incorrecta y aplicar nuevas estrategias para lograrlo la próxima vez.
“El fracaso es solo la oportunidad de comenzar de nuevo de forma más inteligente.”
-Henry Ford-
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