A todos y todas, niños y adultos, se nos da muy bien algo, y no tiene por qué ser lo mismo para todos. Por otro lado, no todos tenemos talentos innatos por descubrir, pero sí todos tenemos ciertas cosas que se nos dan mejor, fortalezas, puntos fuertes...
Tu hijo puede que tenga un talento innato, o puede que no, ¡y está bien! No es bueno que comparemos a nuestros hijos (ni a los niños en general), pues cada uno de ellos sigue su propio camino y su propio ritmo.
Por otro lado, está claro que nos sentiremos orgullosos de nuestros hijos independientemente de "ese" talento, pero también es cierto, que acompañarlo a descubrirlo si lo tiene (o al menos, acompañarlo a descubrir qué le apasiona), puede ser beneficioso para su autoestima y su autoconocimiento.
¿Qué se entiende por talento y cómo ayudar a nuestro hijo a descubrir si tiene uno?
"Si el talento sin persistencia es una tragedia… la persistencia sin talento es una comedia".
-James Poniewozik-
¿Qué entendemos por talento?
La RAE (Real Academia Española) recoge diferentes significados para el término talento. El primero, "inteligencia, capacidad de entender". El segundo, "aptitud, capacidad para el desempeño de algo", y el tercero, "persona inteligente o apta para determinada ocupación".
Sin embargo, la definición real de talento es un poco más compleja, y en el lenguaje cotidiano sabemos que el talento va mucho más allá de la inteligencia o de la capacidad de desempeño. Así, se trata de una habilidad muy desarrollada en una área muy específica.
El talento: ¿algo innato?
Podríamos decir que el talento es aquello que se nos da fenomenal por naturaleza, aquello en lo que destacamos "casi sin querer", aunque lógicamente también se puede entrenar, y también se vincula con las aptitudes o la inteligencia.
Así, aunque el talento es algo innato, el ambiente (la educación, la escuela, la familia, etc.), influye en él de dos formas; desde el ambiente identificamos este talento y además, lo potenciamos.
De esta forma, el talento se suele asociar a una habilidad innata, pero también está influido por el aprendizaje (aunque en menor medida). Todas y todos tenemos algún tipo de talento (a veces, oculto) y destacamos en algo, aunque no todos somos conscientes de ello. ¿Cómo ayudar a tu hijo a descubrir el suyo?
Cómo ayudar a tu hijo a descubrir su talento
Si bien es cierto que hay niños que descubren sus talentos sin darse cuenta, porque es algo muy innato, que se suele apreciar desde que son pequeños, también lo es que para poder detectar el talento, hay que estar atentos y observarlo.
Observar a nuestros hijos jugar, estimularlos, ofrecerles alternativas... Sin olvidarnos de trabajar en ese talento, porque el talento, aunque es algo "natural", también es esfuerzo y perseverancia. Como decía Einstein, "el genio se hace con un 1% de talento y un 99% de trabajo".
"El talento no es un don celestial, sino el fruto del desarrollo sistemático de unas cualidades especiales".
-José María Rodero-
Y es que como padres y madres, o educadores, podemos acompañar al niño en su proceso de autoconocimiento. Pero, ¿cómo lo hacemos? Algunas ideas que pueden ayudarnos son:
Anímale a probar diferentes actividades
¿Cómo encontrar el propio talento? ¡Probando y descubriendo cosas nuevas! Por ello, anímale a que pruebe diferentes actividades. Puedes hacerlo desde el juego, a través de actividades extraescolares, desde la exploración...
La idea es que pueda probar diferentes facetas suyas, que potencie su autoconocimiento y que vaya descubriendo qué le gusta, qué se le da mejor, con qué disfruta más, etc. Eso sí, siempre desde sus intereses y preferencias, nunca forzándole a nada.
Fomenta su iniciativa
A la hora de acompañar a tu hijo a descubrir su talento (o sus talentos), también es importante que fomentes su iniciativa, y que descubra desde ahí lo que le gusta.
De nada sirve que pruebe cosas con desgana o sin motivación; por ello, ayúdale a descubrir sus motivaciones, porque desde esa iniciativa, será más fácil y fluido encontrar su talento.
Conversar sobre sus gustos
También es importante que tu hijo pueda verbalizar qué le gusta y qué cree que se le da bien. No olvidemos que el talento es algo que se nos da muy y muy bien pero también puede ser algo con lo que disfrutamos (aunque no siempre sea así).
Por ello, déjale expresarse; pregúntale, anímale a que te explique qué cosas ha probado, qué se le da bien en el cole, con qué actividades o tareas tiene más facilidad o se siente más cómodo, qué es lo que le hace vibrar.
Es importante que fomentes un diálogo abierto con él, con el que busques conocerlo y nunca juzgarlo o dirigirlo.
Déjale ser él mismo
Y es que el talento también se descubre desde la autenticidad; si dejas a tu hijo ser él mismo, equivocarse y seguir aprendiendo sin sentirse juzgado, será más fácil que afloren sus talentos.
Porque se sentirá más tranquilo y sin presiones para que salga lo mejor de él. No olvidemos que tu hijo tiene múltiples fortalezas (más allá de sus talentos); su autenticidad es su mejor versión, y de su parte más innata, es desde donde nacen todos sus talentos.
Obsérvalo
Y por último, observa mucho a tu hijo. Cuando los niños son más pequeños, es más difícil que por ellos mismos tomen la consciencia suficiente como para saber cuál es su talento.
Por ello, como padres, podemos observarlos e ir identificando qué se les da bien, con qué tareas o actividades tienen mayor facilidad y se sienten más a gusto, etc.; ¿pueden ser los números? ¿La memoria visual? ¿La música? ¿El dominio del cuerpo? ¿La creatividad?
Observa a tu hijo jugar, aprender y divertirse. En estas tres actividades o facetas, ¡el talento es más fácil que aflore!
¿Qué talento puede tener mi hijo?
Pero, ¿qué tipos de talentos (o talento) puede tener tu hijo? En realidad, hablamos de talentos muy diversos, en diferentes áreas o facetas.
Algunos de ellos: talento para las matemáticas y los números, para la cocina, la pintura, las manualidades y el arte o la creatividad, la música, el deporte o el dominio corporal, las lenguas, e incluso, talento a la hora de desarrollarse socialmente y de comunicarse con los demás (habilidades sociales).
Como vemos, son aspectos o facetas que los niños pueden trabajar en el cole, pero también fuera de él (en casa, en actividades extraescolares, etc.). La clave: poder detectar estas destrezas y facilidades, en el entorno que sea.
El equilibrio entre disfrutar y potenciar lo que se le da bien
Claro que es importante que podamos detectar aquello que se le dé especialmente bien a nuestro hijo, pero también lo es que pueda seguir disfrutando de todo aquello que hace (también, ¡de aquello que no se le "dé tan bien"!). No olvidemos que son niños, y que lo importante es que sean felices.
Por ello, acompaña a tu hijo en este proceso de conocerse para que pueda sentirse bien con aquello que se le da bien, pero sin olvidarte de dejarle equivocarse y de estimular su bienestar. Ya que su bienestar puede depender, en parte, de sus talentos, pero también de muchísimas cosas más.
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