A los niños les encanta la magia. Creo que nadie me negará esto. Prueba a darle un poco de realidad a un niño y verás que pronto se aburre y su mente se dispersa. Prueba a darle un poco de frescura y juego, propónle jugar a ser quien no es, y su rostro se iluminará para seguirte allá donde haga falta.
Una posible propuesta para entretenerles y sorprenderles es precisamente la magia. Existen muchos trucos que les pueden encantar y que les dejará boquiabiertos y pensativos un buen rato. Yo no soy muy experto en el tema, pero sí tengo un truco que es mi especialidad y que nunca falla: la moneda que se introduce en mi cuerpo a través de la piel.
En qué consiste
Pues el título ya lo dice todo. El truco consiste en hacer creer a los niños que nos vamos a meter una moneda en el cuerpo a través de la piel, para luego volver a sacarla. Si os parece un poco macabro podéis explicar simplemente que la vais a hacer desaparecer, entonces, en vez de recuperarla de dentro de nuestro cuerpo se puede sacar de detrás de la oreja de algún niño, que en las películas siempre queda fabuloso.
Cómo hacerlo
Pues muy simple. Cogéis una moneda cualquiera, pongamos una de un euro, y se la enseñamos a los niños. Les decís que vais a hacer magia, y que vais a conseguir algo que nadie ha hecho antes: hacer que una moneda traspase la piel (si el niño es un poco pequeño valorad el riesgo de hacerlo, no sea que le dé por querer meterse la moneda dentro también y en vez de hacerlo por la piel decida hacerlo por la boca).
Acto seguido cogéis la moneda con la mano derecha y dobláis el brazo izquierdo, que será el "recipiente". Para que el truco salga bien, la mano izquierda debe llegar a tocar el hombro izquierdo, o el cuello, porque ahí la mano (izquierda) quedará oculta de la mirada de los niños.
Entonces llevamos la moneda a nuestro antebrazo izquierdo desnudo e intentamos, con un masaje (que ocultará la moneda por unos instantes), conseguir que traspase la piel. Como es un truco de magia complicado no lo lograremos a la primera. El tema está en que la moneda está un poco fría para entrar en el cuerpo, así que la calentaremos con ambas manos, friccionando la moneda para que coja calor.
Volvemos a intentarlo, dejando la moneda de nuevo en la derecha y doblando el brazo izquierdo. Otro fracaso, la moneda sigue estando fría, así que deberéis volver a calentarla. Si tenéis mucha audiencia y queréis que el truco dure un poco más, podéis hacer partícipes a los que tengan la boca más abierta (por ejemplo), para que con sus manos ayuden a calentar la moneda. Quién sabe, quizás ellos logren darle las propiedades necesarias para que la magia suceda.
Le dais un último meneíto a la moneda y en ese momento, en vez de dejar la moneda en la derecha, nos la quedamos en la mano izquierda, que se va a ir al cuello, pero haciendo creer que sigue en la derecha. Ponemos de nuevo la (no) moneda en el brazo, hacemos un masaje, invitamos a un niño a que sople (parece que soplar obra maravillas también) y acto seguido hacemos eso que tan bien hacen los magos de verdad: a cámara lenta abrimos la mano derecha y la separamos del brazo, para mostrar que la moneda ya no está en la mano, porque ha traspasado la piel.
El qué hacer con la moneda ya es una cuestión de ser más o menos experto, si os manejáis bien con el tema podéis tratar de dejarla en el cuello, entre la camisa y el cuello, por ejemplo, pero seguros de que no se irá para dentro, porque si no seguro que no la recuperamos (también podemos tener una segunda moneda de euro en el bolsillo izquierdo, por si las moscas). Así podéis hablar un poco con los niños con las manos vacías antes de sacarla del brazo.
Si en cambio aún no tenéis la moneda muy dominada lo ideal es mantener la posición en la que estamos y tratar de recuperar la moneda. El método es el mismo, pero a la inversa... calentando la mano derecha para sacar la moneda. En uno de los procesos de calentamiento, la moneda llega a la derecha y al masajear el brazo, vuelve a aparecer.
Si no traspasa la piel, pero desaparece
Si no queremos explicar que se nos va a meter en el cuerpo y preferimos hacerla desaparecer no hay más que hacerlo todo del mismo modo, pero explicando que la calentamos para que desaparezca. Una vez desaparece podemos hacer igual para hacerla reaparecer, o hacer que salga de detrás de la oreja de algún niño. Es tan simple como decir "me parece que está detrás de la oreja de algún niño", acercarte al que quieras, y con la mano izquierda, que es donde está la moneda, pasar por detrás de su oreja derecha (hay que hacerlo rapidillo para que no te la vean) y sacarla a la vista de todos.
Ahora viene cuando toco el violín cual Juan Tamariz y os invito a que nos expliquéis cuál es el truco de magia que hacéis para sorprender a los niños. Así tendremos todos alguna opción más para la próxima reunión con ellos... que no es plan de andar metiéndonos monedas por el brazo cada vez que nos vean.
Foto | Eva Peris en Flickr En Bebés y más | Construir un iglú, dormir con tiburones, convertirse en mago... "365 experiencias con tus hijos", Un sombrero para hacer sus primeros trucos de magia, Magia para los niños hospitalizados