Ante la llegada del primer hijo, puede que en nuestra mente se unan sentimientos muy variados, una mezcla de emociones, temor a lo desconocido, impaciencia... Este abanico de sentimientos no es nada comparado con lo que se acerca: el nacimiento del bebé y la convivencia con él.
¿Para qué hemos de estar preparadas? ¿Qué puedo hacer si quiero que esos primeros meses con el bebé transcurran mejor? Aquí os dejamos tres consejos básicos era mamás primerizas que harán la vida más fácil con el bebé.
Intenta bajar el nivel de exigencia contigo misma y no permitas que te exijan los demás. La nueva responsabilidad puede abrumarnos, pero de momento lo único necesario es que estemos junto al bebé, le demos nuestro calor, alimento y cariño. Piensa que el sentimiento maternal en ocasiones tarda un poco en llegar, "la chispa" no se enciende en el momento del parto y creemos que nuestro cuerpo está para el desahucio. Necesitas descanso y paciencia con temas como el amamantamiento, el sueño nocturno... Limita las visitas incómodas, de compromiso y todas aquellas que no te apetezca recibir (tu pareja puede ser el "portavoz"). No somos superwoman, ni falta que hace.
Pide y acepta toda la ayuda que necesites, la que te ofrezcan y más allá. Toda ayuda es poca en estos momentos y, como en el anterior consejo, hemos de pensar en que necesitamos todo el descanso posible en estos momentos. Tal vez antes del parto hayamos podido adelantar tareas en casa, dejar comidas preparadas para los primeros días... La pareja es un pilar importante en este sentido y debe demostrar su implicación en el hogar, antes y después del nacimiento del bebé, para que la madre no tenga que ocuparse de esos asuntos.
Evita estar aislada, habla con tus personas de confianza, con las que no te exijan y te ayuden. Estos interlocutores ideales bien pueden ser otras madres que hayan pasado recientemente por la misma situación, una amiga... La soledad y el aislamiento, la falta de comunicación, son el caldo de cultivo perfecto para la tristeza y la depresión. No conviene recluirse en casa, retrasar mucho la primera salida con el bebé, dejar de lado a los amigos o los hobbies... De nuevo, el apoyo de la pareja o de la familia es importante.
Esperamos que estos tres consejos básicos para mamás primerizas os sean de utilidad y realmente los llevéis a la práctica. Seguro que esa importante transición del hospital a casa y el aumento de la familia se llevan de una manera mucho más natural y en poco tiempo parecerá que lleváis juntos toda la vida... y no solo para el bebé. A menudo nos costará imaginar cómo era nuestra vida sin hijos y cómo podíamos estar sin ellos.
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