Cuando llega el verano, muchas familias deciden iniciar la “operación pañal”, aunque en realidad el éxito de la misión depende del grado madurativo del niño o niña. Vamos a ver cómo saber si el niño está preparado para dejar el pañal, o por el contrario tendremos que esperar unos meses hasta que lo consiga.
Es complicado “enseñar” al pequeño a no utilizar el pañal. Sencillamente, necesitamos que se haya logrado el control de esfínteres, lo cual no tiene que ver ni con una edad concreta, ni evidentemente con un mes del año o unas temperaturas determinadas.
El control de esfínteres es un proceso madurativo que llega a los tres o a los cuatro años. En muchos casos, sobre todo por la noche, puede tardar bastante más, sin que eso deba ser motivo de preocupación de los padres. A los dos años y medio, sólo el 50% de los niños es capaz de ir sin pañal. A los tres años lo hace el 75% y a los tres años y medio el 95% de los niños.
No existe impedimento para que, si empezamos la “operación pañal” y no tenemos éxito, los pequeños vuelvan al uso de los pañales. Y es que las implicaciones psicológicas de las funciones corporales que controlan los esfínteres son muy profundas y complicadas, mejor interferir lo menos posible en ellas y no forzarlos a dejar el pañal si no están preparados.
Es necesaria la observación de nuestros hijos, ver las “señales” que nos manden los niños sobre el control de esfínteres. Por ejemplo, no moja el pañal en las siestas, se hace pipí al despertar, pide utilizar el inodoro para imitar a los mayores, hace bastante pipí de una sola vez…
También suelen sentirse incómodos con los pañales sucios, piden que se los cambiemos con más frecuencia, se los quitan ellos para hacer sus necesidades fuera, o se los quitan una vez los han manchado… Comunican sus necesidades antes o después de hacerlas. Muchas veces se retiran a hacer pipí o caca a un lugar apartado.
Además podemos tener en cuenta una serie de señales físicas, como que tiene suficiente equilibrio y coordinación para caminar, corre con firmeza y es capaz de bajarse los pantalones o subir al inodoro.
Si observamos estos comportamientos y características, podemos empezar dando pequeños pasos para ir dejando el pañal, animándolos a ello y acostumbrándolos a los nuevos hábitos.
En definitiva, estas son las pistas para saber si el niño está preparado para dejar el pañal o no, y siempre es mejor no hacerse planes preconcebidos y pensar que tarde o temprano el niño dejará de usar el pañal, cuando él esté preparado.
Fotos | ToddMorris y simplyla en Flickr-CC
En Bebés y más | El verano y los pañales, Operación pañal v.2: el control de esfínteres (I) y (II)