En el segundo mes de vida el bebé ha dejado de ser un recién nacido. Su condición social es más expresa, empieza a interactuar con las personas que le rodean especialmente con la mamá.
Al llegar a la sexta semana, el bebé dejará de ser un dormilón y cada vez estará más tiempo despierto interesándose por observar las cosas que le rodean. Sus sentidos están mejor coordinados.
En este mes la estimulación de sus sentidos será primordial. Mantenle juguetes interesantes que él pueda tocar. Cuando el bebé este boca arriba, suspende de una cuerda un objeto llamativo), una vez que lo haya enfocado, muévelo suavemente en diferentes direcciones. Cuando lo tengas en brazos, colócalo de manera que su campo visual sea lo más amplio posible.
Es igualmente importante estrechar el vínculo materno (paterno). Para esto mantén un diálogo (monólogo, más bien) continuo con el bebé. Permite que toque tu rostro. Si no lo hace, lleva su mano para que lo explore, mientras le vas diciendo “esta es mamá (o papá)”.
Para este mes existen una serie de juguetes acordes con su desarrollo. Procura tener para el pequeñín:
Un espejo irrompible. Telas de diferentes texturas. Un folio con 8 cuadros blancos y negro en la pared. Campanas y sonajeros. Canciones infantiles. Móviles de cuerda. Juguetes blandos. Caras sonrientes. Sonajeros para atar en la muñeca.
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