El proceso de selección de niños que pueden beneficiarse de un implante coclear no es tan sencillo como puede parecer, ya que ni todos los deficientes auditivos profundos tienen la posibilidad de ser implantados ni los resultados van a ser similares en todos los casos.
Es necesario que las expectativas, ante cualquier demanda de implante coclear, sean lo más reales posibles sobre qué es lo que se puede conseguir en cada caso, ya que el implante coclear no es barato y ha de velar siempre por el beneficio en el desarrollo del niño con problemas de audición.
De forma general, las personas que se pueden beneficiar de un implante coclear se pueden distribuir en tres grupos, teniendo en cuenta la edad de instauración de la hipoacusia, como hemos visto anteriormente.
Grupos de candidatos
Las personas con deficiencias auditivasprelocutivas o prelinguales serían todas aquellas en los que la hipoacusia está presente desde el nacimiento o bien apareció durante los dos primeros años de vida del pequeño. La principal característica de estos niños es que no tienen experiencia auditiva, es decir, no han entrenado el sistema auditivo.
Nos encontramos además con una serie de problemas como consecuencia de no haber utilizado la vía auditiva. Uno de ellos es que, al no poder exponerse a los sonidos como los demás niños sin problemas auditivos, existe un efecto negativo en la maduración de la ruta auditiva. Por otro lado, cuanto más temprana sea la implantación, mejores resultados se conseguirán mediante el implante coclear.
En estos niños, todo aprendizaje posible relacionado con el lenguaje antes de realizarse el implante coclear siempre será beneficioso de cara a la futura adaptación al implante y, por consiguente, al nuevo mundo de sonidos que se abre ante el pequeño.
Actualmente, la edad mínima en que se podía implantar un niño está más determinada por la seguridad de que la indicación es correcta (es decir, que se puede beneficiar del implante) más que por edad en sí.
También nos podemos encontrar con personas cuya discapacidad auditiva es perilocutivas , es decir, cuando se ha presentado la pérdida de audición entre los dos y los cinco años de edad: la edad crítica de adquisición del lenguaje. Estos niños se caracterizan porque han mantenido un funcionamiento normal de la vía auditiva hasta el momento de la aparición de la hipoacusia.
Esto significa que han tenido un desarrollo normalizado del lenguaje hasta que se presentó el problema, momento en el que comienza un rápido retroceso en su lenguaje, cada vez más marcado.
Estos niños poseen memoria auditiva, es decir, ya han usado su canal auditivo con anterioridad, y poseen cierta cantidad de vocabulario, el cual variará en función de cuándo se diese la deficiencia auditiva.
Por último, los niños poslocutivos son aquellos donde la hipoacusia apareció después de adquirir el lenguaje. Este grupo tienen un lenguaje competente que va a ayudar mucho durante el periodo de rehabilitación que se llevará a cabo tras el implante.
¿Qué se debe observar ante un implante coclear?
Ya hemos visto los tres grupos de niños con deficiencias auditivas que puede haber, pero este no es el único criterio para realizar un implate coclear, ya que se deben de dar una serie de condiciones, entre las cuales destacamos:
- que la severidad de la hipoacusia haga ineficaz un medio de amplificación convencional, es decir, el uso de audífonos.
- que no existen alteraciones en la anatomía del niño que imposibiliten la introducción de los electrodos durante la cirugía.
Conclusión
Tras todo esto, podemos llegar a la conclusión que se pueden beneficiar de un implante coclear aquellas personas que tienen una sordera neurosensorial bilateral (es decir, en ambos oídos) profunda o total y que no pueden beneficiarse de una prótesis auditiva convencional.
Así, una vez visto los criterios de selección de candidatos, pasaremos a hablar del proceso de tratamiento de un implante coclear.
Foto | bjorn knetsch en Flickr En Bebés y más | Implante coclear: características, Tipos de problemas de audición