Según un estudio publicado en la revista Child Development de julio de este año, investigadores afirman que la conducta desafiante (cierta mezcla de enojo y resistencia) que tienen algunos niños pequeños puede ser buena para su desarrollo.
El estudio consistió en observar la conducta de un grupo de niños entre los 14 y los 27 meses de edad, que recibieron juguetes para jugar con sus madres, como lo harían normalmente. Al cabo de un tiempo, las madres debían decirles que dejaran los juguetes pues el tiempo de juego había terminado.
Los investigadores encontraron que muchos de los niños cuyas madres mostraron una actitud más positiva y sensible durante el juego, se ponían desafiantes cuando éstas les decían que había terminado el tiempo de juego, mientras que el enojo fue menor en los niños de madres con síntomas de depresión o una actitud menos positiva ante el juego
Según los científicos el enojo y la resistencia de los niños en la llamada “edad terrible” no son una señal de mal comportamiento o de que no reciben el cuidado adecuado, sino más bien una etapa normal del desarrollo. Sin embargo esto no quiere decir que los padres debamos ceder ante su enojo o rebeldía, lo que debemos es ser pacientes ya que en esta etapa los niños están aprendiendo a controlar sus emociones.
Según uno de los investigadores es difícil establecer un patrón de cuando se debe esperar que la actitud desafiante en los niños desaparezca, pero alrededor de los 3 años y medio, los niños deberían mostrar más control.
Lo que a mi particularmente me tranquiliza bastante, pues durante el último año en ciertas circunstancias que le causan enojo y rabia, mi hijo está frecuentemente desafiándonos, y tengo esperanzas de que en unos pocos meses pueda controlar un poco más su enojo.
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