Que los bebés son muy listos es algo que ya sabéis, no os cuento nada nuevo. Pero a menudo salen a la luz estudio científicos realizados con niños que nos hacen ver hasta qué punto son capaces los pequeños de empatizar con los demás.
Por ejemplo, podemos saber que a la edad de 18 meses, los bebés son capaces de distinguir cuando fingimos nuestras emociones. No basta con ponerles cara de "aquí no pasa nada" cuando sí pasa. Su cerebro procesa lo que ven y pueden captar lo que de verdad sentimos, son capaces de distinguir la veracidad o la falsedad de nuestras expresiones emocionales.
Un estudio reciente realizado por dos psicólogas e investigadoras de la Universidad Concordia de Canadá publicado en la revista Infancy señala que los bebés no pueden ser engañados en ese sentido, haciéndoles creer que algo que causa dolor como martillarse un dedo producirá alegría.
Se realizó con 92 niños de entre 15 y 18 meses a los que se les colocó frente a un actor que interpretaba diferentes situaciones, expresando emociones coincidentes o no con ellas.
A los 15 meses no era aún capaces de distinguirlas del todo, sin embargo, a los 18 meses, los bebés ya detectaron claramente la discordancia entre las expresiones faciales y las situaciones.
Además, a esa edad mostraron empatía con el actor cuando estaba triste, pero solamente cuando la tristeza estaba justificada en consonancia con el evento presentado.
Sin duda, la inteligencia emocional es una de las habilidades que desarrollan los niños desde muy temprana edad. El entorno social en el que viven hace necesario que aprendan a desarrollar la capacidad de comprender el comportamiento de los demás a través de la deducción de lo que les sucede internamente.
Foto | James Jordan en Flickr CC Vía | Tendencias 21 Más información | Infancy En Bebés y más | Los bebés distinguen si no podemos o no queremos compartir (y se enfadan)