Siguiendo con los temas relacionados con la educación en el hogar, y respondiendo a las preguntas que los lectores han transmitido, en este tema desarrollaré cuales son, desde mi punto de vista, los pros y contras de esta opción educativa.
La educación académica en la escuela es la forma en la que la mayoría de las familias consideran más adecuada para sus hijos. Se trata de la fórmula oficial y tiene todo el respaldo de la comunidad educativa y el Estado. Además de conocimientos estructurados se ofrece al alumno un espacio social en el que comenzar su relación con los demás. Y, por añadidura, las familias, aparte de considerarlo lo mejor para sus niños, necesitan que acudan al colegio para desarrollar sus actividades laborales. Hay muchas ventajas, por supuesto, a pesar de que nuestro sistema escolar tenga que mejorar en muchos aspectos.
Pero para quienes están interesados en conocer, por preocupación personal o por haberse planteado la posibilidad, vamos a ver que ventajas y desventajas ofrece la educación en el hogar.
Por un lado hay razones por las que una familia puede decidir que es un camino adecuado para ellos, siempre contando con el niño, que, aunque no tenga todos los elementos de información, y piensen lo que piensen los padres, tiene que estar conforme con la decisión.
Seguramente os preguntaréis si puede un niño tomar esta decisión tan importante y contracorriente, y tenéis razón. Sin embargo, en muchas de las decisiones que tomamos por ellos, nos encontraríamos con la misma pregunta. En este tema, como digo, el niño debe estar conforme con la educación que va a recibir. En el fondo, lo ideal en mi opinión, es que todos los niños pudieran ser escuchados en estos temas aunque ¿podemos hacerlo siempre todos?
Puede haber razones de convicción personal para optar por la educación en el hogar. La forma en la que se transmiten los conocimientos en la escuela, la fórmula pedagógica de la linea oficial, no es aceptada como la mejor por todos los especialistas y familias. La forma de explicar y vivir los valores de convivencia, especialmente la competitividad, son otros motivos que las familias explican.
También hay niños con necesidades educativas especiales que no encuentran su lugar en la escuela, por mucho esfuerzo que se hace en lograr su integración y aprovechamiento en los colegios. Niños con hiperactividad o dislexia, superdotados o con ansiedad escolar por problemas de acoso se encuentran poco integrados en el sistema y muchos de ellos pueden llegar a sufrir fracaso escolar. Esto, sin duda, nos daría para hablar largo y tendido, porque hay muchas cosas que mejorar en el sistema escolar y no todas dependen solamente de los educadores, también los padres podemos ayudar a mejorarlo.
En esos casos la opción de la educación en el hogar, siempre acompañada de actividades externas y sociabilizadoras, puede ayudarles en algunos casos o, sencillamente, ser considerada como una opción por las familias ya que es factible organizar el estudio de manera más personalizada.
Si la familia está preparada e implicada se puede ofrecer una educación más personalizada, espontánea y flexible, lo que, en el fondo, sería el objetivo de la escuela, pero que, por cuestiones de cantidad de alumnos o escasez de recursos, se logra de forma parcial en algunos casos.
Otra ventaja que se cita es que la familia puede pasar mucho más tiempo junta, realizando actividades en común y hablando de temas que les interesen, haciendo que la curiosidad natural se nutra con el contacto emocional.
Por supuesto, tambien hay desventajas. La familia tiene que replantearse sus horarios, prioridades y trabajos, incluso cuando les es posible educar en casa. El cambio es enorme para todos ya que el niño siempre tiene que estar acompañado por uno de los padres o por familiares implicados en el proyecto. Me imagino que debe ser complicado, por lo que pienso que quienes se deciden por este camino lo hacen de manera muy consciente.
Incluso a nivel económico la educación en el hogar tiene repercusiones, hay que reducir los gastos, ya que no se puede contar con dos sueldos completos. Esta me parece una razón que, aparte de la convicción personal de que la escolarización presencial es mejor para el niño en la opinión de la mayoría de las familias, hará que no todos puedan hacerlo.
Otra desventaja es que el niño puede sentirse diferente a los demás. No creo que se llegue al aislamiento, pues, como explicaré en otro tema, la socialización puede enfocarse de manera creativa para que sea efectiva. Pero sin duda, el niño tiene una experiencia vital diferente a la de sus amigos, que puede que lo envidien, pero le hará percibirse así.
Si eso sucede y el niño lo vive con desasosiego siempre es posible plantearse retornar el sistema presencial. Pero en otros casos, también, será motivo de disfrute personal y un modo de crearse un autoconcepto independiente de los grupos de edad, que aunque tienen ventajas, también tienen desventajas.
Ser diferente no es malo, todos somos diferentes de una manera u otra, el verdadero reto de una sociedad democrática es aceptar las diferencias de cada uno de nosotros.
Hay otras desventajas que ya hemos visto, como el acceso a las titulaciones y la forma de socializarse y sobre todo, de tener contacto continuado con niños, pero eso lo dejo para otro artículo en el que estoy documentándome.
¿Se os ocurren otras ventajas y desventajas de la educación en el hogar?
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