Los bebés arcoíris son aquellos que nacen tras un aborto, un bebé nacido sin vida o la muerte de un bebé al poco tiempo de nacer. Se les llama así, porque después de la triste y tormentosa pérdida de un bebé, llegan a llenar de vida, esperanza y color la vida de los padres.
Cuando nacen estos bebés, es común realizar una sesión de fotos después de su nacimiento, pero en esta ocasión, una fotógrafa reunió a 40 madres y sus bebés arcoíris, no solo para celebrar la vida de éstos, sino también, para honrar la memoria de los bebés que perdieron.
Ashley Sargent es una fotógrafa de Alabama, Estados Unidos, que a lo largo de su carrera ha realizado diversas sesiones de fotografías a familias y bebés recién nacidos, muchos de ellos bebés arcoíris. Aunque nunca ha perdido un bebé, durante muchos años tuvo problemas de infertilidad, por lo que se identifica un poco con aquellas madres que han pasado por ello.
En una ocasión, tras publicar una de las imágenes de las sesiones de fotos de estos bebés, comenzó a recibir comentarios de otras madres celebrando también el nacimiento de sus propios bebés arcoíris. Al ver cómo eran tantas las madres comentando, se inspiró para hacer una gran sesión de fotos.
Tuvo la idea de reunir a decenas de madres y sus bebés e hijos vestidos con los diferentes colores del arcoíris, para celebrar la llegada de éstos. Por lo regular, las sesiones de fotos de este tipo solo son de embarazo o de bebés recién nacidos, pero ella decidió incluir a madres e hijos de todas las edades.
"En mi mente, esta idea sería una visión de esperanza", cuenta en su página de Facebook, en la que publicó el álbum con todas las fotografías de la sesión que realizó junto a 40 madres y sus hijos arcoíris de todas las edades, desde bebés hasta adolescentes.
Las modelos para la sesión fueron muchas de sus propias clientas, y de inmediato muchas mujeres le dijeron que querían formar parte de la sesión. Ashley les indicó que eligieran un color para vestirse ellas y sus hijos, y les pidió que se prepararan para compartir su historia, que fue publicada en las fotografías individuales que tomó a cada madre con sus hijos.
Originalmente, Ashley solo les había dicho a las madres que realizaría una sesión de fotos con sus bebés arcoíris, pero les tenía reservada una sorpresa muy especial. Tras finalizar la fotografía grupal junto a sus hijos, le entregó un globo a cada madre, que simbolizaba el bebé que habían perdido antes de sus hijos arcoíris.
"Les pedí que tomaran el globo y recordaran al bebé que habían perdido, y dejaran ir todos esos sentimientos de dolor por los que habían pasado, y soltaran el globo", comenta Ashley en entrevista para Today. "Fue el momento más emotivo de la sesión".
Cuando imaginé esto y lo hicimos, supe que la sesión de fotos se haría viral. Les dije a las madres que participaron, que debían estar dispuestas a compartir sus historias y dejar que sus voces fueran escuchadas. Pero no era solamente con el propósito de que se volvieran virales. Fue por el propósito de compartir y alzar nuestras voces, y enviar un mensaje de esperanza y de conciencia, y simplemente dar amor y positividad en este mundo negativo en el que ahora nos encontramos.
La sesión de fotos, que ha sido publicada en diversos medios de comunicación y se ha llenado de comentarios positivos, es sin duda una bella forma no solamente de honrar a aquellos bebés que desafortunadamente no pudieron seguir con sus madres, sino también, de celebrar la vida de los hijos que llegaron después para llenar de color y alegría la vida de su familia.
Fotos | Ashley Sargent Photography, LCC (reproducidas con autorización)
Vía | Today