El útero irritable en la embarazada se presenta cuando se sufre contracciones extemporáneas o antes de tiempo y ante esto existe la probabilidad de un parto prematuro. También recibe el nombre de "neuralgia del útero". Las contracciones pueden ser aisladas o débiles, y en ese caso se perciben como un dolor semejante al de la menstruación, pero también podrían ser frecuentes, intensas y más dolorosas.
Si se da el caso de contracciones frecuentes e intensas, hay que acudir de inmediato al especialista para que determine su alcance. Muchos médicos consideran que se debe controlar la situación mandando reposo a la embarazada y en ocasiones por medio de medicamentos específicos para controlar las contracciones. Así se evitaría un embarazo prematuro.
En caso de detectar anomalías estructurales del útero, la corrección quirúrgica podría prevenir futuros nacimientos prematuros.
Para que se produzca este fenómeno de contracciones prematuras y el útero se haga más "irritable", éste pierde lo que se conoce como "quescencia uterina" (relajación activa del útero) y se comienzan a producir una serie de hormonas que provocan la aparición de contracciones uterinas, con los consiguientes cambios en el cuello uterino (que se ablanda, acorta y dilata).
Todo esto, claro, antes de llegar a la semana 37 de gestación, que es cuando se considera que se ha llegado "a término". Y es entonces cuando el borramiento, ablandamiento y la dilatación del cuello uterino hasta los 2'5 o 3 centímetros pueden alcanzarse en un periodo de días o semanas sin que se produzcan contracciones molestas y como preparación normal al momento del parto.
Si tus contracciones, fuertes y dolorosas, y no las de preparación o contracciones de Braxton Hicks, han llegado antes de hora, puede ser síntoma de irritabilidad de útero, por lo que se hace necesaria la visita al ginecólogo.
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