Yo pensaba que eso del toro mecánico que se ve en algunas ferias y en las películas americanas era un invento para adultos ociosos, pero ya veo que no. Es también para niños y puede ser positivo.
Según su fabricante, esta divertida cebra además de servir para jugar, le invita al niño a hacer ejercicio físico, le ayuda a desarrollar la coordinación ojo-mano, la motricidad, el equilibrio y la coordinación.
Tiene 5 canciones y 5 sonidos y cuesta unos 55 euros.
Me parece un juguete interesante pero mi hijo no ha tenido esta cebra sino la espalda de su madre tirada por los suelos y doy fe que su ojo-mano están muy coordinados y mi rodilla-mano también. Lo de las agujetas es otra historia: efectos secundarios de la maternidad todo-terreno.
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