La lactancia materna no solo es el mejor alimento para el bebé. Sus beneficios trascienden lo nutricional para convertirse en un escudo contra las infecciones, las alergias, regulador del metabolismo, entre otros innumerables beneficios.
Por todas estas propiedades, tanto para los niños como para las madres, según un estudio publicado por la revista británica The Lancet, la lactancia materna podría evitar 800 mil muertes infantiles y más de 20 mil muertes por cáncer de mama.
La lactancia materna salva vidas
Si bien los datos del informe muestran que casi el 80 por ciento de los recién nacidos reciben leche materna, las tasas de lactancia materna exclusiva se encuentran muy por debajo del objetivo de la OMS de que en 2025 la mitad de todos los niños del mundo menores de seis meses sean amamantados.
Las mujeres de los países más pobres tienden a amamantar por más tiempo que las de los países de mayores ingresos. Según señala Naciones Unidas, el 21 por ciento de los bebés de los países de altos ingresos nunca han recibido leche materna. En los países de ingresos bajos y medios, la tasa es del cuatro por ciento.
Por los múltiples beneficios que tiene para evitar enfermedades y aumentar las defensas en los más pequeños, la lactancia materna es una prioridad a nivel mundial para prevenir la muerte de miles de menores. Como dicen los autores del estudio, se ha subestimado como una necesidad crucial para la salud de la población.
También es una prioridad a nivel económico. No amamantar crea una carga importante en la economía mundial. Si aumentaran las tasas de lactancia materna, se ahorraría mucho dinero en sanidad. Los expertos calculan que promover el amamantamiento en bebés menores de seis meses al 90 por ciento en los Estados Unidos, China y Brasil, y al 45 por ciento en el Reino Unido, reduciría los costes destinados al tratamiento de enfermedades infantiles comunes, como neumonía, diarrea y asma.
También beneficios para las madres
La lactancia materna también protege contra la diabetes y la obesidad en el futuro, mientras que para las madres protege contra posibles hemorragias postparto, el cáncer de mama y de ovario, y contribuye a reducir el riesgo de infarto, y diabetes tipo 2.
Se cree que 22 mil muertes por cáncer de mama podrían evitarse si se siguiera la recomendación de la OMS de amamantar hasta, por lo menos, los dos años de edad.
Las tasas actuales de lactancia materna previenen casi 20.000 muertes por cáncer de mama cada año, y otras 20.000 muertes podrían evitarse mejorando las prácticas de lactancia materna.
Es responsabilidad de todos que las madres cuenten con el apoyo necesario para que esto sea una realidad. Las escasas bajas maternales y la falta de una red social que favorezca la lactancia materna prolongada dificultan que se cumplean los plazos recomendados por la OMS.
Vía | The Lancet
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