Cada una cría a sus hijos como quiere o le parece. Hay madres que por equis razones no quieren o no pueden amamantar a sus hijos. Ellas se lo pierden, pero es perfectamente respetable. Por supuesto, no es menos madre ni mala madre la que no da el pecho a su bebé.
Las que lo hemos tenido fácil lo recordamos como una experiencia maravillosa, pero para algunas mujeres la lactancia es una pesadilla. Algunas dicen no tener nunca la famosa subida de leche, aunque siempre nos dicen que mientras haya succión habrá leche, pero parece que no es tan fácil. En otros casos, el bebé “no se prende” o el dolor es tan insoportable que abandonan, produciendo en la madre una fuerte sensación de frustración.
La lactancia es un acto mutuo que tanto el bebé como la madre deben disfrutar. Claro que hay motivos y motivos. Hay madres que temen que se le caigan los pechos, les parece una incomodidad o simplemente no les da la gana.
Soy pro lactancia, la prueba es que le he dado el pecho a mi hija durante un año, por lo que también he recibido alguna que otra crítica. La gente siempre opina, por las dudas. Y uno también critica a boca jarro a las madres que no quieren o no pueden amamantar sin conocer los motivos.
Por eso, una cosa es aconsejar la lactancia materna que sin duda lo hago, informar sobre sus múltiples beneficios y recomendar ese momento de conexión con tu bebé que es tan emocionante.
Pero la vida no dejará de darte momentos emocionantes junto a tus hijos y a fin de cuentas cada una hace lo que quiere.