Constance Hall es una mujer blogger, madre, con casi 500 mil seguidores en Facebook, que está dando mucho que hablar al explicar cómo fue la lactancia de sus dos gemelos.
Somos muchos los que tratamos de explicar que la lactancia materna es lo normal y lo natural, y que es lo deseable cuando se tiene un bebé porque es lo que hace que se desarrolle de un modo normal. Pero la lactancia no siempre va como una madre espera, y en ocasiones puede llegar a ser muy duro, hasta el punto de acabar como ella: "Llorando y sangrando por las grietas mientras mamaban provocándome una horrible agonía".
La ilusión que resultó ser un problema
Según explicó en las redes sociales, estaba muy ilusionada por amamantar a sus bebés, por todo lo que había oído sobre ello y por el momento que viviría con sus bebés, y creía que sería especial. Pero cuando empezó a darles el pecho se llevó una gran decepción al ver que el dolor era terrible, tenía grietas, sangraba y ellos seguían mamando, haciéndole cada vez más daño.
Entonces añadió que no todos los bebés nacen sabiendo cómo mamar y que a algunos hay que enseñarles, en lo que es un procedimiento "duro y frustrante". Entonces decidió sacarse leche, y lo vivió como otro problema. Tres de sus bebés nacieron prematuros y tuvo que hacerlo tantas veces que ahora tiene una regla: si tiene que sacarse leche, entonces se pasa directamente a la fórmula, porque "nada vale la pena ese calvario".
¿Y el vínculo con sus hijos?
Ella tenía ganas de dar el pecho a sus gemelos porque con los otros no había sido posible, y quería vivir esa relación especial, ese vínculo que dicen que se crea. Sin embargo, cuando sus hijos se destetaron a los seis meses de edad se dio cuenta de que empezaba a tener mejor relación con ellos y con sus otros hijos, todo gracias a la leche artificial.
Por eso pidió a todas sus seguidoras, a quienes llama Reinas, para que siempre se sientan capaces y poderosas, que nunca se sientan mal por no poder amamantar:
Las Reinas no fallan. Algunas continúan, algunas cambian de opinión, algunas nunca quisieron y algunas no tuvieron otra opción. Pero ninguna de ellos falló. ¿El bebé se está alimentando? Pues esa Reina ha triunfado.
Un mensaje de agradecer, para cuando no hay otra opción
No seré yo quien critique a Hall porque me parece un mensaje muy de agradecer para todas las madres que de verdad han tenido problemas con la lactancia, hasta el punto de sentirse mal, quizás fracasadas, y dolidas. Merecen todo el respeto, como ya dijimos hace poco tiempo, como lo merece cualquier madre, alimente a su bebé como lo alimente.
Pero eso no quita que de su discurso se puedan extraer algunas afirmaciones mejorables, o como mínimo cosas a tener en cuenta por parte de otras madres. A excepción de algunos pocos casos, todos los bebés saben mamar. El problema es que a veces se llevan a cabo separaciones al nacer, manipulaciones y otras acciones que confunden al bebé y provoca que haya un mal agarre. Ese mal agarre al pecho produce dolor, grietas, y puede ser insoportable e incapacitante si nadie hace nada por solucionarlo.
Es decir, si la madre sigue amamantando al bebé sin poner remedio llegará al punto de llorar, sufrir, odiar amamantar y acabar por dejarlo tanto por ella como por su bebé, pues un bebé mal amamantado recibe poco alimento y acaba llorando también.
Por eso hace unos años dimos un consejo que seguimos considerando muy valioso: a los padres primerizos, pero sobre todo a las futuras madres, acudid a un grupo de apoyo a la lactancia. La gente va cuando tiene problemas, pero conocer los problemas de antemano puede ser la diferencia entre tomar medidas a tiempo o tomarlas cuando ya es tarde.
Una madre que ha llorado, desesperada, que tiene un bebé que no deja de llorar... una madre que ha sangrado, que tiene grietas, que no soporta más oírle llorar porque sabe que le va a tener que dar el pecho otra vez... una madre en esa situación, difícilmente podrá solucionar el problema porque no suele ser fácil, ni rápido. Requiere paciencia (aún más) y en ese punto lo que busca es una solución rápida y definitiva.
Eso, y seguir luchando por protocolos más respetuosos en los hospitales para que los bebés no sean separados de sus madres. Eso, y seguir luchando por tener a profesionales mejor formados que ayuden a las madres a amamantar. Eso, y dejar de agobiar a las mujeres que no dan el pecho, o no lo consiguen. Porque toda esta red de apoyo debe estar para ayudar a la que quiere amamantar, y no para criticar a la que no quiso o no pudo.
Vía | DailyMail
En Bebés y más | El posparto del que nadie te habla: la foto y la historia de una mujer tres días después del parto, aún sin dormir, Cuando la lactancia va tan mal que llora el bebé y llora la madre, Cómo ser testigo pasivo del fracaso de una lactancia