Un estudio preliminar sugiere que más de dos horas frente a la pantalla al día afectaría al cerebro de los niños
Los titulares se hacían eco de la noticia: "Dos horas delante de la pantalla es malo para el cerebro de los niños". Más allá de lo alarmista que puede resultar tal afirmación, el estudio es el primero a largo plazo y con una población (un número de niños) tan grande.
Los resultados, sin embargo, son preliminares y no se han publicado oficialmente todavía, por lo que no tenemos datos concretos. Eso no ha evitado que los responsables adviertan de conclusiones a corto plazo. ¿Se están precipitando los investigadores? ¿O debemos tener especial cuidado con el tiempo que pasan nuestros hijos delante de una pantalla? Vamos a repasar lo último que se sabe al respecto.
¿Dos horas es suficiente para afectar al cerebro del niño?
La Dra. Gaya Dowling, del National Institutes of Health, una de las instituciones más prestigiosas en estudios médicos, afirmaba en una entrevista para "60 minutos", de la CBS, que sí. Para llegar a esa conclusión cuenta con el que es el estudio a largo plazo más grande hecho sobre este tema hasta la fecha.
En concreto, 11.000 niños, una década entera y 300 millones de dólares son las cifras que enmarcan la investigación. Para darle más valor, hay que decir que el estudio está pagado por el Gobierno federal de Estados Unidos, a través del NIH. En un principio, explicaba la Dra Dowling, el estudio analizaba cosas como el tabaco, las drogas y el uso de los móviles.
Poco a poco, los investigadores decidieron centrarse más en el uso de las pantallas ya que no hay estudios sólidos al respecto. En la investigación se analizaron los cerebros de 4.500 niños, mediante resonancia magnética y lo que encontraron, explican, es que existe una diferencia significativa entre los niños que usan mucho los smartphones y tablets y los que no.
Según explicaba la Dra. Dowling, en los niños de entre nueve y diez años que usan al día más de siete horas estos dispositivos, se observa una corteza somatosensorial más delgada. Esta parte del cerebro se encarga de coordinar la información procedente de los sentidos. Según sus palabras, además de esto, los niños estudiados que cuentan con más de dos horas de uso de pantallas al día, también mostraron una menor puntuación en habilidades de pensamiento y lenguaje. ¿Qué significa todo esto?
El estudio es preliminar y todavía no podemos afirmar nada con rotunidad
Es importantísimo resaltar varios puntos del estudio. El primero y más importante: estos son resultados preliminares. Es decir, todavía no podemos poner la mano en el fuego ni entenderlos como definitivos. Las interpretaciones actuales podrían cambiar por completo en los siguientes pasos de la investigación.
No podemos decir que "un estudio ha demostrado..." porque no es cierto en ningún sentido
En segundo lugar, la doctora resalta dos puntos importantes: el adelgazamiento del córtex somatosensorial y las puntuaciones más bajas en los test de lenguaje y pensamiento. ¿Están relacionados? Es decir, ¿provoca este adelgazamiento un problema en los niños? No lo sabemos. Ambos hechos podrían estar relacionados, pero los investigadores no entienden cómo o por qué.
La propia investigadora afirmaba durante la entrevista que algunas de las preguntas que surgen de estos datos preliminares podrán contestarse en unos pocos años. Otros resultados, sin embargo, deberán esperar varios años más para poder resolverse. Todo esto es muy importante: no podemos decir que "un estudio ha demostrado..." porque no es cierto en ningún sentido.
¿Qué sabemos hasta la fecha?
En septiembre de este mismo año, otro estudio, publicado en la prestigiosa revista The Lancet, anunciaba la relación negativa que hay entre los móviles y los niños. Sin embargo, el estudio hay que leerlo con cautela: su metodología deja bastante que desear y aprovecha algunos resultados para sacar conclusiones demasiado tajantes. Eso no quiere decir que esté equivocado, sino que no se puede afirmar el resultado según el estudio con tanta rotundidad.
No es la primera vez que ocurre. A medida que los móviles y tablets han ido calando en la sociedad, la preocupación ha ido en crecimiento. Realmente no sabemos cómo nos afectan, al menos en un sentido profundo. Sin embargo, por el momento, los estudios realizados se han quedado algo cortos. Este podría ser el primero serio, y a largo plazo, que llegue a conclusiones sólidas.
La Dra. Kara Bagot, encargada del escáner cerebral de los niños, comentaba durante la entrevista que el cerebro activa el sistema de recompensa, un mecanismo neurológico que nos hace sentir bien ante el uso de las redes sociales. Esta investigadora cree que las redes sociales tienen un papel en la activación de dicho sistema.
Esto es importante, porque los neurotransmisores encargados de hacernos sentir satisfacción o placer son esenciales en el desarrollo cerebral y el aprendizaje. Por otro lado, cualquier uso desmesurado de este tipo de dispositivos es negativo, al igual que lo es abusar de cualquier cosa. En la vida de un niño es importantísimo un desarrollo equilibrado.
Por todo ello, la Asociación Americana de Pediatría aconseja controlar el uso de estos dispositivos de una manera proactiva. La fórmula correcta, explicaba la Dra. Dowling, está en usar el móvil como una herramienta, sin dejar que te controle. Puede que todavía no podamos decir concretamente si las pantallas nos afectan mucho o poco, de forma negativa o positiva, al menos de manera científica, pero lo que sí podemos decir, con la seguridad del dicho popular, es que en el equilibrio está la sabiduría.