Natashia Corrigan, una madre australiana, ha dado a luz a su tercer hijo, un bebé que ha pesado seis kilos al nacer, el doble del peso medio de un recién nacido. Pero si el peso del recién nacido es sorprendente, más lo es aún el hecho de que haya dado a luz sin epidural. En cambio, eligió un gas analgésico, lo que se conoce como gas de la risa.
Hasta la propia mujer se sorprendió del tamaño de su bebé, que midió 57 centímetros. Aunque los médicos le habían advertido que su bebé nacería con un peso poco habitual al superar los 4 kilos en la semana 36 del embarazo.
El bebé, a quien llamaron Brian, nació el 24 de enero en el Mercy Hospital, en Melbourne, con 40 semanas de gestación. Su madre compartió las fotos en su perfil de Facebook y la historia se volvió viral por ser uno de los recién nacidos con más peso de Australia.
No es el bebé recién nacido más grande del mundo. Según el Libro Guiness, el bebé con más peso nació en 1879 y con 10 kilos, pero desafortunadamente, murió 11 horas después. También hay registro de un bebé en Texas que nació con 7,540 kilos y otro en Indonesia con 8,7 kilos.
Bebés demasiado grandes
Más allá de la curiosidad, nacer demasiado grande tiene sus riesgos. Tener un alto peso o talla al nacer se llama "macrosomía" y suele acarrear dificultades en el parto debido al tamaño del bebé. La mayoría acaba en cesárea o parto instrumental, por lo que el caso de esta madre es aún más asombroso.
Entre los factores de riesgo más frecuentes se encuentran la obesidad materna, el haber dado a luz un bebé macrosómico previo, el que sea un feto masculino, y el apreciarse un aumento de peso y sobre todo del IMC (índice de masa corporal) de la madre notable. Y sobre todo la diabetes materna es el factor más común en muchos casos.
Gas de la risa: alternativa a la epidural
El gas nitroso es un gas incoloro e inodoro cuyo uso está bastante extendido en otros países como Finlandia, Canadá, Australia y el Reino Unido. Allí alrededor de la mitad de las mujeres optan por este método para aliviar los dolores de las contracciones por ser fácil de usar y relativamente útil.
Su eficacia no es tan potente como la que proporciona la anestesia epidural, pero uno de sus ventajas es que no no anula el reflejo de pujo y permite adoptar la posición que se desee durante las contracciones.
Actúa neutralizando la transmisión nerviosa a nivel cerebral haciendo que disminuya la sensación de dolor, o al menos se viva de una manera diferente. La persona al tomarlo siente un mareo y relajación agradables que puede dar lugar a la risa cuando no hay dolor.
Vía | CBS News
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