Se suele hablar a menudo de la ingesta de calorías recomendadas para la embarazada, pero se le da menos importancia al agua, un alimento indispensable para la buena salud de la madre y el bebé en gestación.
Expertos en nutrición recomiendan consumir al menos dos litros de agua diarios durante el embarazo. Concretamente, entre 2 y 2,5 litros durante el primer trimestre, aumentando a 3 litros durante el segundo y tercer trimestre.
Los cambios fisiológicos que experimenta la mujer en el embarazo hacen que sea necesario aumentar la ingesta diaria de agua. E incluso, aumentar las cantidades recomendadas cuando hay aumento de la actividad física, así como en ambientes calientes y secos.
El agua es beneficiosa para prevenir infecciones urinarias, una de las principales causas de parto prematuro, estreñimiento, una de las molestias en el embarazo, y ayuda a mantener niveles adecuados de líquido amniótico.
Además, al contrario de lo que pueda pensarse, beber agua en abundancia contribuye a prevenir el edema, un hinchazón producida por el exceso de líquido en los tejidos, así como el dolor de cabeza, dos males bastante frecuentes en la mujer embarazada.
Por tanto, si no soléis beber abundante agua y estáis embarazadas, tendréis que aumentar la ingesta diaria al menos a dos litros de agua diarios, cantidad que deberá ir aumentando a medida que transcurre el embarazo.
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