El 18 de febrero comenzó un nuevo año en China, el año lunar 4705, que además de traer fortuna y felicidad se prevé que traiga también muchos lechoncitos.
Los chinos ya se están preparando para afrontar la oleada de nacimientos que habrá este año, pues según las creencias chinas, los bebés que nazcan durante este año tendrán una vida feliz y acaudalada.
Por eso, las jóvenes parejas que todavía no están esperando a su retoño buscan quedar embarazadas lo antes posible para que su bebé nazca bajo las buenas influencias del cerdito.
A eso se suma que es el año del cerdo de fuego, el más poderoso de los elementos, combinación que sólo se da una vez cada 60 años.
Pero sólo podrán traer un bebé al mundo aquellas parejas que todavía no tengan descendencia debido a la política mantenida en China de no permitir a las familias tener más de un hijo.
Aunque como viene sucediendo, algunas familias acomodadas preferirán pagar la multa que se les impone por un segundo hijo a cambio de tener un afortunado bebé nacido el año del cerdo en casa.
Los fabricantes de preservativos no esperan que sea un buen año de ventas en China, en cambio sí las tiendas de artículos para bebés y los servicios de niñeras como una conocida empresa en Shangai que cuida del bebé durante los primeros meses, que ya tiene reservas hasta julio.
Con esto queda más que claro que ser un cerdo en la cultura china no es un insulto, sino toda una bendición.
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