Jamie Bracken-Murphy es un travieso niño de tres años que paseaba con su familia por un centro de entretenimiento en Tipperary, Irlanda, cuando una máquina expendedora de peluches llamó su atención. La pregunta es ¿cómo es posible que un niño de tres años quede atrapado dentro de una máquina de peluches? He aquí la respuesta.
Decidido a hacerse con uno de ellos, pensó cuál sería la mejor forma de conseguirlo. Ya sabéis que la lógica de los niños es aplastante, así que con la ayuda de su hermano mayor se introdujo por el único hueco que vió en la máquina, la compuerta de salida de los juguetes.
Bastaron unos minutos de distracción para que el niño apareciera dentro de la máquina, comenta su padre Damien Murphy. Afortunadamente, no se asustó ni se muestra nervioso al verse allí dentro, sino la situación hubiese sido aún más desesperante.
"Intenté sacarlo, pero no tenía suficiente espacio para poder moverse, entonces le dije que se quedara tranquilo que yo iría por personal del lugar para encontrar las llaves de la máquina", contó el padre al The Irish Independent.
Permaneció atrapado durante unos pocos minutos. Mientras que el personal del sitio buscaba las llaves, un bombero fuera de servicio que se encontraba allí con su hijo consiguió liberar al pequeño.
Mucho cuidado con dejar a los niños solos frente a estas máquinas, ya que aunque pueda parecernos imposible, vemos que los pequeños más escurridizos pueden conseguir lo que se propongan.
Vía | The Irish Independent
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