Es frecuente en los niños padecer en algún momento diarrea. Vamos a intentar aclarar algunas dudas al respecto, pero como siempre os aconsejamos, lo más sensato es acudir al médico.
La diarrea es el aumento de frecuencia y fluidez de las deposiciones en una niño previamente sano. Podemos decir que existe una diarrea, cuando la frecuencia de evacuación intestinal, es mayor de tres veces al día durante más de tres días. Se puede decir que existen dos clases de diarreas.
La aguda es la más común y suele curarse con dieta, no dura más de una semana o dos (siempre que se trate) y no se acompaña de otros síntomas que hagan pensar en otro tipo de enfermedad. Las causas más frecuentes de este tipo de diarrea, se deben a un proceso infeccioso originado por la ingestión de alimentos y agua contaminada o en mal estado, también es común que se origine por la gastroenteritis viral o gripe estomacal.
La diarrea crónica, es aquella que dura más de cuatro semanas y se acompaña de otros síntomas como dolor abdominal, bajada de peso, nauseas, vómitos o fiebre. Las causas más comunes son el uso continuado de laxantes, antiácidos, medicamentos y toxinas. También se produce por enfermedades malabsortivas (enfermedad celíaca), por tumores intestinales, por alergias alimentarias, por infecciones entéricas, por enfermedades inflamatorias intestinales, vasculares y por trastornos de la motilidad intestinal.
En la diarrea aguda que es la más habitual, es muy importante controlar la alimentación, debiendo seguir dieta y por supuesto beber mucho liquido para rehidratar al niño. El objetivo es reducir la duración y molestias de la misma.
Lo primero que debemos hacer, es un suero casero con agua mineral, limón, sal, un poquito de azúcar y una puntita de bicarbonato. Este preparado pueden tomarlo los niños con toda la frecuencia que puedan, para evitar la deshidratación. No conviene que coman nada durante unas horas, pero si tienen mucha hambre les podemos dar dieta blanda en poca cantidad pero de forma frecuente.
La dieta blanda incluye arroz hervido, pescado o pollo a la plancha o si podéis, mejor cocidos, jamón de york, caldos desgrasados y como frutas sólo manzana y plátano, cuando mejoren incluiremos poco a poco la alimentación normal del peque.
Cuando tengan diarrea debemos tener en cuenta que hay alimentos prohibidos, debemos evitar la fibra vegetal, la leche, los guisos, los fritos, los embutidos, las grasas y los zumos de fruta.
No obstante y cuando los niños sean pequeños lo mejor es acudir al pediatra o al médico y como norma general, no es aconsejable utilizar sin indicación de los especialistas, fármacos antidiarréicos ya que pueden complicar la evolución de la diarrea.
Imagen | Thomas Kohler