McKenna Pope es una adolescente que ha realizado una petición a la empresa juguetera Habro para que se comercialice un Easy Bake Owen que también les guste a los chicos. El producto es una horno para público infantil que funciona con electricidad, y cocina de verdad, actualmente se encuentra en el mercado en color violeta (con estampados rosas y azul claro).
Desde New Jersey, McKenna consiguió hacerse oír por los directivos de Hasbro, quienes le ofrecieron reunirse con ellos. Y hasta Pawtucket (en Rhode Island) se fue toda la familia, a fin de escuchar la propuesta de la empresa. En realidad todo había empezado cuando el hermano menor de nuestra protagonista quería pedir como regalo de Navidad el horno, aunque no estaba del todo satisfecho con el color. Al parecer hace unas décadas el juguete tenía un aspecto diferente, y también un color más neutro, sin embargo las investigaciones del mercado revelaron que eran las chicas (sobre todo) las que se interesaban por el Easy Bake Owen, por lo que el diseño se suavizó y el color cambió.
No obstante McKenna y su familia salieron satisfechos del encuentro, en especial el pequeño Gavyn. Y es que se ha desarrollado un prototipo negro, azul y plata, que se presentará a una feria del sector durante los próximos meses. Es posible incluso que durante el tercer trimestre de 2013 se haya lanzado al mercado el nuevo horno.
Estoy de acuerdo en que en ocasiones los niños se ven condicionados a la hora de pedir juguetes por los colores de los catálogos. Aunque también pienso que con una buena base en casa, los chicos pueden interiorizar la participación en las tareas del hogar, y esto independientemente del color de los juguetes que utilizan.
Por otra parte el rosa es un color que condiciona mucho diría yo, más aún que el azul (teóricamente para chicos), y se abusa de los juguetes ‘rosas’ dirigidos a niñas. Demasiado ñoño para mi gusto.
Está muy bien que niños y niñas quieran aprender a desenvolverse en la cocina, es un espacio que no debería ser atribuido solo a las chicas. En la práctica y cuando somos adultos, la cocina es la responsable de la nutrición y de la salud de los miembros de la familia, por ello quien cocine mayoritariamente se puede sentir orgulloso / orgullosa de la labor desempeñada.
En nuestro caso no existen cocinitas eléctricas porque los niños cuando ayudan lo hacen utilizando utensilios comunes, lo que les pretendo transmitir no es tanto el concepto de ‘igualdad’ como la satisfacción por realizar cosas con sus propias manos.
Y volviendo a McKenna, y para finalizar, creo que puede estar contenta de haber conseguido sacar adelante una iniciativa individual.
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