Cuando volvía a casa pasaba un coche viejo por la calle y un padre le dijo al hijo: ¡mira hijo qué coche! Y me ha recordado a que esa es una frase que los padres solemos pronunciar a nuestros hijos cuando son pequeños de la misma forma que lo hacían los padres también con nosotros.
Y es que desde que son pequeños les intentamos enseñar a los niños cosas que se salen de lo normal y que resultan accesibles o visibles en momentos puntuales en la calles de las ciudades, en la carretera o en lugares diferentes de los que solemos ir habitualmente. Pueden ser los coches, las motos, los aviones, los barcos o los edificios extraordinarios los que se utilizan para llamar la atención de los críos.
En los tiempos actuales en los que la información es accesible a un click a través de Internet no deja de sorprenderme que sigamos enseñando a nuestros hijos las cosas que vemos en la calle y que nos parecen sorprendentes. Probablemente sea la enseñanza que nos transmitieron nuestros padres.
Y es que a los padres nos gusta compartir con nuestros hijos las aficiones y desearíamos que las siguieran aunque las circunstancias, el entorno, los amigos, el colegio, etc. incidirán en sus gustos y opiniones para el futuro.
Aún así, estoy convencido de que los padres del futuro seguirán llamando la atención de los niños con palabras como ¡Mira hijo, qué coche!
En Peques y Más | Cómo enseñar a tus hijos lo que a tí te gustaba a su edad Imagen | Marcos Lopez