Sorprendente ¿no?, la explicación la basan en los ácidos de las grasas poliinsaturadas que se encuentran en las caderas, según los científicos que publicarán su estudio en la revista de la Sociedad para la Evolución y el Comportamiento Humano (Evolution and Human Behaviour Society), colaboran muy satisfactoriamente en el desarrollo del cerebro del feto, hasta tal punto de poder desarrollar mayor inteligencia.
Parece ser que las mujeres con caderas estrechas no tienen estas grasas poliinsaturadas que tan provechosas son para el feto cuando se encuentra en el vientre materno, cabe destacar que la amplitud de caderas no se basa en el exceso de peso y la grasa que se acumula en esta zona, sino en la relación con la cintura. Nuestra pregunta es que si los bebés son más inteligentes porque reciben un suministro rico en ácidos de las grasas poliinsaturadas, dependerá también de la alimentación que lleve la madre ¿no?.
El estudio realizado por las universidades de Pittsburgh (Pensilvania) y California no nos convence, al menos por el momento, aunque afirmen que las pruebas cognitivas que se realizaron a los hijos de mujeres “con curvas” mostraron mayor coeficiente de inteligencia.
En fin, nos parece un estudio estadístico como tantos, del que surgen otros resultados que no vienen al caso. Así que esperaremos a que investiguen más y desarrollen una explicación más explícita, concluyente y convincente.
Vía | 20 Minutos