Dicen que para todo hay una primera vez y desde luego esto de la maternidad no es una excepción. La llegada de un bebé es un acontecimiento único y la llegada del primer bebé es ya algo apoteósico que no volverá a darse jamás en la vida, nunca.
Y es que hay numerosas señales de que sois, o somos, unos padres primerizos, aquí os vamos a contar unos cuantos.
Los números de marcación directa
Es posible que nunca hayas oído hablar de ellos, pero aparece tu primer hijo y colocas a tu pareja, tu madre, el pediatra y la guardería en los primeros números de marcación de tu móvil. ¿Para qué va a servir? Después del primer hijo, para llamar a tu pareja marcando un sólo número, del resto te olvidarás que están almacenados.
El adulto a quien más visitas es el pediatra de tu hijo
De hecho, hay muchos casos en que el bebé ve más al pediatra que a su padre y hay quien al rellenar la ficha de la guardería, coloca los datos del pediatra donde pone nombre del cónyuge. A partir del primero, vas cuando toca vacunas o revisiones.
La sala de espera de Urgencias se convierte en tu segundo hogar
Durante el primer año de vida de tu bebé vas a visitar más las salas de urgencia de los hospitales que el salón de casa de tus padres, es más, las cafeterías que mejor vas a conocer serán las de los hospitales. Después del primer hijo, ¿urgencias, qué era eso?
La herramienta más peligrosa en tus manos, internet
Cada estornudo, cada tos, cada cambio en el color de piel de tu bebé es analizado en al menos diez sitios virtuales de pediatría, tres foros y al menos media docena de blogs que aumentan de forma exponencial por cada media hora de espera en las salas de urgencias. Después del primer hijo, tu eres uno de los que escriben esos blogs.
El cónclave pediátrico casero
Formado por tu familia, media docena de amigos, otros tantos vecinos y en casos extraordinarios dos o tres completos desconocidos que pasaban por ahí en ese momento. Todos pasarán a opinar y dar un diagnóstico médico sobre que es lo que tiene tu hijo y sin olvidarse que tu madre es capaz de deducir que es lo que tiene con tan sólo haber escuchado gorgogear al bebé por teléfono y sin haberle visto desde hace tres semanas. Esto será así siempre, con independencia del número de hijos y de la edad que tengan. Lo único que va a cambiar es que el 80% de las veces el diagnóstico será que no tiene nada y el 20 restante que es un catarro
Estado sentimental, en pánico constante
Desde hace meses no conoces otro, todo da miedo, el mundo se ha convertido en un lugar peligroso lleno de gérmenes, alimañas y seres despreciables que pueden hacer daño a tu hijo o algo peor. Va a visitar a tu bebé varias veces cada hora a ver si respira, analizas cada cosa que está cerca de las manos de tu hijo en busca de piezas u objetos de pequeño tamaño y como tu percepción visual también ha cambiado, una pelota de tenis es algo de tamaño pequeño que jurarás y perjurarás que tu hijo de dos meses es capaz de atragantarse con ella.
Has esterilizado todos los objetos cotidianos del bebé varias veces, al día, todos los días, durante los cuatro meses de vida que tiene tu bebé y te estás planteando esterilizar la casa y te pones en guardia cada vez que alguien se acerca a tu bebé de 18 meses sin haberse lavado las manos antes.
Has hiperventilado la primera vez que tu hijo se ha metido un puñado de arena en la boca y casi te da un ataque al corazón cuando se ha metido en la boca un chicle que se ha encontrado en el suelo.
A partir del primer hijo tu estado pasa de pánico a estrés continuo y no sabría decirte cuál es mejor.
Fotos, vídeos y hasta retratos al óleo para inmortalizar ese momento
En su primer mes de vida, tu bebé acumula más fotos que el estudio fotográfico de Vogue. De hecho, después del termómetro, el móvil es el aparato electrónico que más veces tienes en la mano. A partir del primer hijo, las fotos de carnet, los cumpleaños y fiestas señaladas serán los únicos documentos gráficos.
Obsesión por el cumplimiento de los hitos
Si el hijo de tu vecina ha empezado a andar con 12 meses y el tuyo con 12 y dos semanas aún sigue arrastrando el culo por toda la casa es suficiente motivo para visitar a dos pediatras, un experto en desarrollo infantil y pedir cita para atención temprana. Con sus hermanos tienes muy claro que ningún niño se sigue haciendo pis encima con 18 años.
Te obsesionas por que no se vea un milímetro de teta al dar el pecho
Las primeras veces tardarás más de diez minutos hasta verificar que no hay carne a la vista, pasados unos meses lo harás de forma automática, tras una segunda lactancia eres capaz de ofrecer una ronda de chupito de leche a los mirones de tu alrededor.
Estas son algunos de los síntomas que podrían definir a unos padres primerizos, seguro que hay muchas más y puede que algunas se repitan en los veteranos. ¿Tenéis alguna que añadir?
Foto | USAG-Humphreys en Flickr
En Bebés y Más | Consejos para papás primerizos: dando el pecho sin interferencias, "Cómo ser padre primerizo y no morir en el intento", un libro de Frank Blanco cargante de humor (que no cargado)