Estamos acostumbrados a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) en salas abiertas de los hospitales compartidas por varios bebés, lo que algunos investigadores definen como "establo para bebés". Trajín de personas que entran y salen, ruidos de máquinas, luces... el entorno puede ser bastante estresante para un bebé prematuro, especialmente si no se le permite estar en permanente contacto con sus padres.
Un estudio realizado por investigadores del Centro para el Estudio de Niños en Riesgo del Hospital de Mujeres y Bebés de Rhode Island halló que las habitaciones privadas para las familias son más beneficiosas para los prematuros en cuidados intensivos que las salas comunes.
Los hallazgos se basan en más de 400 recién nacidos prematuros que permanecieron en la Unidad de Cuidados intensivos Neonatales de ese hospital entre los años 2008 y 2012. En ese periodo, la unidad se transformó de una sala abierta tradicional a habitaciones privadas. Se aprovechó entonces ese proceso para comprobar los resultados de los recién nacidos antes y después del cambio.
Pudieron comprobar que los bebés prematuros aumentaron de peso con mayor rapidez, estaban más alertas y menos angustiados cuando la UCIN pasó de ser abierta a habitaciones privadas para las familias.
La participación de la madre plantea una diferencia esencial. Al bañar al bebé, amamantarle con mayor frecuencia y estar más en contacto piel con piel, se produce un efecto calmante sobre el sistema nervioso del bebé.
Se entiende que es un proceso costoso para los hospitales transformar las salas comunes en habitaciones privadas, pero no cabe duda de que el contacto permanente del prematuro con sus padres en un ambiente íntimo es lo mejor para el bebé.
Vía | MedLine
En Bebés y más | El derecho de los bebés prematuros a ser acompañados por sus familias